Ir a la galer�a de im�genes de la campa�a 2003

En diciembre de 2001 se hace el encargo por parte del Servicio de Antig�edades de Egipto (SCA) al Director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto(I.E.A.E), D. Francisco Mart�n Valent�n y a D�a. Teresa Bedman, la posibilidad de acondicionar para su apertura al p�blico de una de la tumbas m�s carism�ticas de toda la necr�polis tebana: la tumba del arquitecto Sen-en-Mut, conocida como TT353.



En primer t�rmino el Dr. Sabry Director del SCA
y D. Francisco Mart�n Valent�n,
Director del Proyecto Sen-en-Mut

Estudiada la viabilidad del proyecto, ambos miembros del I.E.A.E. deciden en abril de 2002 visitar la tumba para comprobar en qu� condiciones reales se encontraba. Una vez recabada toda esta informaci�n preliminar, y ya en Madrid, se form� un equipo de trabajo multidisciplinar formado por el Arquitecto T�cnico D. Juan Mart�n Rojo; Arquitecto D. Luis Abad Esteban, Proyectista D. Jos� Mar�a Blanco; Arque�loga D�a. Isabel Prieto; Arque�logo D. Sa�l P�rez-Juan; Inform�tico D. Daniel L�pez Navarrete; Asistente de Direcci�n D�a. Ana Quesada Gal�n y los Egipt�logos D. Francisco Mart�n Valent�n y D�a Teresa Bedman. Con posterioridad, se unieron a este equipo inicial el Profesor Dr. en Historia Antigua D. Federico Lara Peinado; el Profesor Dr. en Historia de la Religiones D. Santiago Montero, ambos de la Universidad Complutense de Madrid; el Profesor Dr. D. Javier Ant�n Burgos, Ge�grafo de la Universidad Complutense de Madrid; Astrof�sico Dr. D. Juan Antonio Belmonte del Instituto Astrof�sico de Canarias; Dr. Walid Bard, Miembro de I.E.A.E en El Cairo y D. Francisco Vivas, Arque�logo.

Los trabajos preparatorios de desarrollo y ejecuci�n de la campa�a para el a�o 2003 del Proyecto Sen-en-Mut se iniciaron en el mes de abril de este mismo a�o, durante el que se realizaron estudios exhaustivos por parte del I.E.A.E y del propio SAE, viendo in situ, la viabilidad del proyecto desarrollado por nuestro equipo en Espa�a para la adecuaci�n de la Tumba TT353 de Sen-en-Mut en la necr�polis de Luxor occidental.



Los miembros del equipo a su salida de Espa�a

El d�a 11 de noviembre de 2003 parti� para Egipto el equipo completo del proyecto constituido por los integrantes del mismo: D. Francisco J. Mart�n Valent�n, Director y Egipt�logo, D�. Teresa Bedman, Co-Directora y Egipt�loga, D. Luis Abad Esteban, Arquitecto, D. Juan Mart�n Rojo, Arquitecto T�cnico, D�. Isabel Prieto Gonz�lez y D. Francisco Vivas Fern�ndez, Arque�logos.

El templo de Deir El-Bahari y la TT353 se hallan �ntimamente relacionados, en cuanto que el corredor subterr�neo del monumento objeto de nuestro proyecto penetra bajo el primer patio del templo de la reina Hatshepsut aproximadamente 20 metros.

La Tumba tebana n� 71 (TT71), tambi�n atribuida a Sen-en-Mut, que se alza en el �rea cercana de Sheij Abd El Gurnah, posee una innegable relaci�n con el templo y la TT353, que ser� objeto de detallado estudio para comprender mejor la finalidad funcional de nuestro monumento.

La tumba real de la reina Hatshepsut y de su padre el rey Thutmosis I, numerada actualmente como KV20 (Kings Valley 20), tambi�n se encuentra interrelacionada con nuestro monumento, a trav�s de la tercera terraza del templo de Deir El-Bahari.



Vista de Deir el-Bahari

Todos estos campos de investigaci�n ayudar�n a potenciar el valor del monumento y facilitar�n una mayor comprensi�n del visitante del pabell�n did�ctico, cuya ejecuci�n forma parte del Proyecto final que se est� desarrollando.

LA VALORACI�N INTERNA DEL MONUMENTO



Detalle del techo astron�mico.

La adecuada protecci�n del techo astron�mico de la llamada C�mara A de Dorman, junto con los textos jerogl�ficos que se incluyen en las paredes de la misma, suponen una imprescindible labor dentro del Proyecto, que se debe valorar muy detalladamente.

Antes de proceder a la instalaci�n de paneles acristalados para la protecci�n de dichos elementos arquitect�nicos realizaremos una adecuada labor fotogram�trica que asegure la reproducci�n m�s fiable posible de todos los elementos parietales con pinturas y/o relieves existentes en la c�mara, as� como el grafito existente en la primera parte del corredor de acceso a la C�mara A de Dorman, desde el exterior.

De igual modo se establece la necesidad de proceder a la reproducci�n de las pinturas y relieves existentes en el interior de la tumba que servir�n para ser oportunamente instaladas en el interior del pabell�n did�ctico.

Algo an�logo cabe decir de la correcta interpretaci�n y valoraci�n de los datos aportados por el techo astron�mico de la C�mara A de Dorman, �nico en todo el mundo y el m�s antiguo que se conoce en toda la historia de la humanidad.



Detalle del interior de la C�mara A.

EL MONUMENTO EN S� MISMO

La calificaci�n de 'tumba' que hasta el momento ha sido propuesta por los investigadores anteriores del monumento debe ser puesta bajo an�lisis. De los trabajos de campo realizados durante la campa�a del 2003, el equipo de egipt�logos del Proyecto ha sacado conclusiones que le han conducido a valorar diferentes posibilidades funcionales del monumento, distintas de las hasta ahora admitidas por la comunidad cient�fica y, sin duda, totalmente alejadas de la posibilidad de que el mismo hubiera sido concebido como un lugar de enterramiento.



Miembros del equipo realizando
mediciones dentro de la C�mara A

Como consecuencia de todo ello y, fundamentalmente a la vista de ciertos textos jerogl�ficos, cabe pensar que el monumento estaba dedicado, al menos en una parte del mismo, a servir de lugar de culto funerario, aunque no de enterramiento. El hallazgo de vasos canopos, destinados a contener las v�sceras de alg�n cuerpo momificado, en el rinc�n noreste de la C�mara D de Dorman no justifican por s� solos la conclusi�n de que el monumento objeto del proyecto fuera en s� mismo una tumba.

En consecuencia de todo lo anterior, cabe calificar la caracter�stica y naturaleza de TT353 como de �nica y extraordinariamente importante en el panorama de la historia del antiguo Egipto, no s�lo por el periodo hist�rico al que pertenece, sino por las especiales e irrepetibles caracter�sticas arquitect�nicas, religiosas y arqueol�gicas del mismo.

LA VALORACI�N ARQUITECT�NICA

La perspectiva desde la carretera que conduce a la TT353, que es la misma que lleva al templo de la reina Hatshepsut es majestuosa. Orientado en un eje este-oeste y mirando a este �ltimo, un espectador ve la superposici�n de las terrazas del templo con la fachada principal en la terraza superior adosada a la roca y como tel�n de fondo el impresionante acantilado.



Templo de Deir-el-Bahari

En direcci�n norte y al mismo nivel del primer patio existe un cobertizo de amplias dimensiones construido en madera, donde se ubican los aseos para el p�blico, alejado del eje principal este-oeste, para que no impida la vista panor�mica del templo.

Algo m�s arriba y en la misma orientaci�n, nos encontramos una edificaci�n de forma rectangular construido en piedra, se trata de los almacenes de la misi�n polaca que trabaja en el templo.

Bajando desde la plataforma donde se encuentran los aseos hacia el fondo de la depresi�n, donde se encuentra la TT353, nos encontramos con una cornisa natural en forma de media luna, de una anchura de unos seis metros (6 m), donde est�n las ruinas de una edificaci�n, de la cual s�lo existen una o dos hiladas de piedras. En esta cornisa se tiene pensado emplazar el nuevo pabell�n did�ctico. Los bordes y el aspecto de la roca de la depresi�n son de color gris pizarra y muy exfoliados.

ENTORNO GEOL�GICO

Se realiz� una inspecci�n visual del entorno inmediato de la TT353, comprobando la existencia de diferentes tipos de terreno que pueden afectar al proyecto:

  • El terreno en el nivel superior est� compuesto por un talud de relleno de material rocoso. El material debi� ser aportado durante los trabajos de explanaci�n de la plataforma artificial del exterior del primer patio y de la carretera que conduce al templo de Deir El-Bahari.


Estado actual de las paredes que rodean la Cantera de Sen-en-Mut,
en el c�rculo se aumenta la composici�n p�trea.
  • En el nivel de la cornisa, donde se encuentran ubicadas las ruinas de la casa y donde va a instalarse el pabell�n did�ctico, el terreno es muy similar a la roca natural que existe en todo el entorno.
  • En el nivel de la depresi�n natural donde est� ubicado el acceso a la TT353, el terreno est� compuesto por material rocoso muy disgregado, exfoliado y de muy escasa resistencia mec�nica, ya que se fragmenta f�cilmente con los dedos.
  • En el nivel m�s inferior y bajo la roca madre, que constituye la galer�a y c�maras de la TT353, est� compuesto por material rocoso cohesionado, de aspecto s�lido, duro al tacto y beteado, que parece ser piedra arenisca compacta.

El proyecto redactado se realiz� a partir de las dimensiones geom�tricas proporcionadas por Peter F. Dorman en la publicaci�n del a�o 1991: "The tombs of Senenmut at Thebes: the architecture and decoration of tombs 71 and 353, New York, N.Y. Egyptian Expedition" . Uno de los trabajos principales planteados en esta campa�a ten�a por objeto la verificaci�n de las dimensiones reales de la TT353.

EL PABELL�N DID�CTICO

La TT353 es una tumba, que por sus reducidas dimensiones, debe ser protegida convenientemente. Por tal motivo el Proyecto Sen-en-Mut incluye la incorporaci�n de un pabell�n did�ctico pr�ximo al acceso del monumento. Este pabell�n se concibe con una doble finalidad. En primer lugar permitir� proteger las pinturas y relieves de las inevitables agresiones a las que se ver�a sometida por la afluencia de p�blico. En segundo lugar permitir� que la c�mara A pueda ser contemplada por el p�blico mediante una r�plica casi mim�tica de la original.



Terraza natural, emplazamiento del pabell�n did�ctico.

El estudio del entorno paisaj�stico evidencia que Deir El-Bahari es, ante todo, el Templo de la reina Hatshepsut. El pabell�n did�ctico no debe competir en ning�n caso con el magn�fico templo aterrazado, por lo que ser� desplazado de la visual rectil�nea para pasar discretamente a un segundo plano. Su ubicaci�n se traslada, por tanto, a la depresi�n que forma la terraza natural, intermedia entre los niveles de la plataforma superior (explanada) y la plataforma inferior (lugar de acceso de la TT353). De este modo se pretende que la cubierta del pabell�n sea transitable, dando continuidad a la plataforma superior como si de un mirador se tratara.

El pabell�n se adecuar� exteriormente a las construcciones tradicionales de adobe, cuya textura y color armonizar� con el entorno natural. Su forma troncopiramidal se asemejar� a un elemento de contenci�n del terreno, m�s que a una edificaci�n en s� misma.

LA VALORACI�N ARQUEOL�GICA

Como se define en el informe arquitect�nico, los trabajos que se van a realizar en la denominada Cantera de Sen-en-Mut se dirigen a la conservaci�n, consolidaci�n y adecuaci�n de los accesos al monumento. En su interior se realizar�n una serie de intervenciones relativas al mantenimiento, protecci�n y adecuaci�n de los accesos, pasillos y c�maras decoradas, para que las visitas y estudios futuros no deriven en un deterioro irreversible de este espacio �nico. Estas actos llevan asociados un espacio did�ctico que recoger� los trabajos de adecuaci�n del entorno, as� como una serie de materiales y elementos pedag�gicos destinados a facilitar informaci�n sobre el monumento y los personajes relacionados con �l. Estas fases arquitect�nicas llevan aparejados una serie de indicaciones arqueol�gicas que procedemos a definir:



Tumba y cantera de Sen-en-Mut, situaci�n actual.
  • Junto a la entrada de TT353 existen una serie de paredes que presentan un peligro que, si no inminente, s� son una seria posibilidad de derrumbe. A petici�n del Servicio de Antig�edades habr�a que actuar ante esta probabilidad. De dicha actuaci�n se derivar�a un estudio arqueol�gico de las paredes, precedente a la realizaci�n de la consolidaci�n, reversible, sin ninguna acci�n sobre el medio f�sico.
  • Con anterioridad a los trabajos que se ejecutar�n en el exterior del monumento, ser�a necesario realizar trabajos de prospecci�n para comprobar la relaci�n del escal�n de entrada a la tumba con respecto a la roca madre. De esta forma se podr� comprobar el nivel de colmataci�n de los derrumbes provocados por la erosi�n, as� como la potencia del posible relleno de la zona, analizando hipot�ticos materiales que pudieran aparecer. Estos trabajos de prospecci�n de las paredes servir�an para recopilar informaci�n sobre el cerramiento de la tumba, dado los escasos datos que se pueden extraer de las anteriores intervenciones arqueol�gicas. Este trabajo se derivar�a de la petici�n del Servicio de Antig�edades de adecuar los muros laterales que protegen la entrada, para evitar el deterioro ante posibles inundaciones a consecuencia de los trabajos que se han de realizar en el interior de la tumba, entre ellos preservar los escalones de acceso a la tumba, se ha planteado la necesidad de cubrirlos para evitar su deterioro. Como trabajo previo se propone un estudio individual de cada pelda�o, a fin de constatar el estado de dichos escalones.


Propuestas de prospecci�n arqueol�gica en funci�n de los
trabajos de elevaci�n del muro protector de la tumba.

Existe dentro de concesi�n una casa de piedra que se encuentra situada junto a la cantera de Sen-en-Mut. Sobre esta casa existe escasa informaci�n, sin embargo, de los datos publicados por Dorman se extrapolan las siguientes posibilidades:

  • La casa de piedra no est� datada cronol�gicamente con claridad, y existe una propuesta de cronolog�a asociada al reinado de Thutmosis III, por la presencia de restos de una estatua fragmentada que podr�a pertenecer a la reina Hatshepsut. Del estudio detallado de la planimetr�a de dicha casa, y los posibles materiales asociados a �sta, se podr�a confirmar la funcionalidad de dicha estructura.


Casa de piedra.
  • El estudio de la casa y de su entorno exterior clarificar�a el nuevo emplazamiento del pabell�n did�ctico, que estar�a en �ntima concordancia con la casa de piedra.
  • La realizaci�n del pabell�n did�ctico en este lugar necesita un estudio arqueol�gico del terreno a fin de comprobar que se trata de un espacio est�ril y no existe ninguna posibilidad de da�ar restos arqueol�gicos que pudieran estar vinculados a la estructura de la casa.