AMEN-HOTEP II

1427-1397 a.C.

 

 

La tumba de  Amen-Hotep II, el sucesor de Thutmosis III, es sin duda una de las m�s bellas realizaciones de la arquitectura funeraria de la XVIII dinast�a. Situada en la ladera de enfrene del uadi principal del valle, esta tumba la descubri� Loret en marzo de 1898 y, al igual que las otras del valle, hab�a sido saqueada salvajemente. La estructura de la tumba es compleja y sus dimensiones son impresionantes, pero hay muchas similitudes con la de Thutmosis III, tanto en lo que se refiere a la estructura como desde el punto de vista del estilo decorativo. Una doble serie de escalones y corredores lleva a la c�mara del pozo, que se abre al vest�bulo de dos columnas con un eje principal que forma un �ngulo de 90� con los corredores. Desde el vest�bulo, un tercer tramo de escalones y un tercer corredor conducen a una gran c�mara rectangular sostenida por seis columnas, en las cuales se muestra al rey en presencia de diferentes deidades. 

La c�mara se extiende hacia el sur, m�s all� del �ltimo par de columnas, y entra e la c�mara funeraria, en la cual se encuentra un sarc�fago de cuarcita que, cuando el descubrimiento, conten�a la momia intacta del fara�n con una guirnalda de flores de mimosa alrededor del cuello. La c�mara se extiende hacia el sur, m�s all� del �ltimo par de columnas, y entra e la c�mara funeraria, en la cual se encuentra un sarc�fago de cuarcita que, cuando el descubrimiento, conten�a la momia intacta del fara�n con una guirnalda de flores de mimosa alrededor del cuello.

La momia estuvo expuesta en la tumba hasta 1928, a�o en que fue trasladada al Museo de El Cairo. La c�mara de seis columnas y tambi�n la c�mara funeraria est�n provistas de anexos laterales situados a lo largo de los lados oriental y occidental. Tato por su estilo como por su contenido la decoraci�n de las paredes se parece a la de la tumba de Thutmosis III, aun cuado aqu� se abandona definitivamente la forma ovalada de papiro ornamental de la c�mara funeraria que hab�a caracterizado las tumbas de los primeros thutm�sidas.

Las paredes de la c�mara de seis columnas est�n decoradas con los textos completos de Amduat y con las ilustraciones

 correspondientes, como si fueran un gran papiro mural. En el anexo del lado occidental, que estaba cerrado cuidadosamente por una pared de piedra, Loret hizo otro descubrimiento extraordinario: nueve sarc�fagos reales con las momias de Thutmosis IV, Amen-Hotep III, Meren-Ptah, Sethy II, Siptah, Setnajt, Rams�s IV, Rams�s V y Rams�s VI.

Probablemente hab�an llevado los sarc�fagos all� en los comienzos de la XXI dinast�a, en tiempos del sumo sacerdote Pinejem I (1070-1032 a.C.), como m�s adelante har�a Pinejem II (990-969 a.C.) al decidir el traslado de los restantes sarc�fagos de fara�n a Deir el-Bahari. No est� claro por qu� los antiguos profanadores de la tumba no deshonraron tambi�n este escondrijo f�cil de encontrar, y tampoco est� claro por qu� no deshonraron la momia de Amen-Hotep, como sol�an hacer con las momias cuando buscaban amuletos de oro y otros objetos preciosos que se colocaban sobre el cad�ver.