Los constructores de las Pir�mides de Guiza.

 

Por D�a. Teresa Bedman y D. Francisco Mart�n Valent�n.

Del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

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Este mes de septiembre se proceder� a la apertura de un sarc�fago intacto hallado en la necr�polis de la ciudad de los obreros que construyeron las pir�mides de los reyes de la dinast�a IV, durante el Imperio Antiguo, en Guiza. En noviembre de 1922 la arqueolog�a mundial se conmocion� ante el descubrimiento de una tumba intacta que perteneci� al c�lebre rey Tut-Anj-Amon.

Las tumbas intactas son muy poco frecuentes en Egipto. Normalmente, los enterramientos eran saqueados al poco tiempo de haber sido cerrados, despu�s de las honras f�nebres.

Este raro caso se ha vuelto a reproducir recientemente en un lugar de privilegio por muchas razones. El enclave del hallazgo, se encuentra en la necr�polis de los obreros que construyeron para los reyes Keops, Kefren y Mikerinos, sus pir�mides, lugares de enterramiento para toda la eternidad.

A dos kil�metros en direcci�n sudeste, desde la Gran Esfinge, existe un amplio cementerio dedicado a recoger los restos mortales de los obreros que integraron los equipos de construcci�n de las pir�mides, tumbas de particulares y templos que se encuentran en la meseta de Guiza. All� se ha encontrado la que, podr�a ser, otra gran excepci�n arqueol�gica a la regla general de los enterramientos profanados.

Se trata de la tumba de un alto funcionario que llev� el t�tulo de �Inspector del Distrito Administrativo de las pir�mides�, llamado Ny-Nesu-Usert, que vivi� durante la dinast�a IV, (hacia el 2.613-2.494 a. de C.).

El sarc�fago de este personaje ha aparecido en el interior de una peque�a tumba dotada de un corredor, construido con fragmentos de mamposter�a, cuya c�mara funeraria est� excavada en la roca viva y dotada de dos puertas. Se trata de una estructura arquitect�nica muy semejante a la de la c�mara funeraria del rey en la pir�mide de Keops. Esta tumba contiene cinco pozos funerarios destinados a contener los cuerpos y los ajuares de los miembros de la familia de Ny-Nesu-Usert.

Cuando el sarc�fago sea abierto por las autoridades del Consejo Supremo de Antig�edades en Egipto, cuyo secretario general es el Dr. Zahi Hawass, se podr� comprobar la sospecha de que podr�a ser el m�s antiguo encontrado hasta el momento, intacto.

Por ahora, los expertos han conseguido datar con cierta precisi�n el hallazgo, a partir de las cer�micas encontradas en la c�mara funeraria, que acreditan pertenecer sin duda a la dinast�a IV.

De cumplirse las previsiones, el hallazgo ser�a de una trascendencia enorme, no s�lo porque permitir�a tener conocimiento sobre el m�todo utilizado para momificar el cuerpo en una �poca tan temprana como la primera mitad del tercer milenio a. de C., sino porque, los estudios complementarios sobre el polen y otros detalles que ser�an objeto de investigaci�n por especialistas paleobot�nicos y an�tomo-pat�logos, entre otros, favorecer�an explicaciones de mucha importancia sobre cuestiones tales como la climatolog�a, las floraciones, la nutrici�n y las enfermedades en tiempos de los constructores de las pir�mides.

 

Los constructores de las pir�mides.

El hallazgo del sarc�fago del Inspector del Distrito Administrativo de Guiza, Ny-Nesu-Usert, no es un caso aislado. Constantemente, desde que se descubri� la necr�polis de los obreros por el Dr. Zahi Hawass hace m�s de diez a�os, el yacimiento arqueol�gico ha ido entregando numerosas tumbas, las cuales han permitido establecer la masa de obreros que debieron construir las pir�mides.

El historiador griego Her�doto que vivi� hacia el 450 a. de C., refiere que fue un ejercito de cien mil personas el que construy� las pir�mides. Sin embargo, a la vista de los hallazgos de la necr�polis de los obreros hoy se puede estimar la fuerza constructiva entre unos veinte mil y treinta mil trabajadores, lo que resulta m�s proporcionado y cre�ble a la vista de las estimaciones de los especialistas.

Necr�polis de los obreros.� I.E.A.E.

Todos estos descubrimientos han arrojado mucha luz para desentra�ar el misterio de quienes y c�mo construyeron las pir�mides de Guiza. El hecho es que, los actuales investigadores de la ciudad de los obreros, el Dr. Mark Lehner, del Instituto Oriental de Chicago, y el Dr. Zahi Hawass, son de la opini�n de que la masa de operarios, perfectamente organizada, nunca sobrepas� la cifra de treinta mil trabajadores.

El Dr. Lehner ha excavado las panader�as que dieron suministro a este ej�rcito de trabajadores y el Dr. Hawass ha hecho lo propio con el cementerio donde se enterraban los integrantes de dichos equipos de trabajo. Ambos ratifican que los grupos de trabajadores que construyeron las pir�mides eran reclutados por la administraci�n fara�nica entre los excedentes de trabajadores del campo que quedaban inactivos durante la inundaci�n del r�o, cuando los campos quedaban cubiertos por el agua, al final del verano y al principio del oto�o.

Que las pir�mides fueron construidas por estos equipos humanos, ya no admite dudas. Una de las pruebas m�s convincentes, utilizada como evidencia de tal conclusi�n, es el conjunto de graffiti insertos en los antiguos monumentos de piedra en lugares que no eran normalmente visibles al p�blico. Tal es el caso de los existentes en las c�maras de descarga, situadas encima de la c�mara del rey, en la Gran Pir�mide. Estos graffiti dan informaci�n a prop�sito de la organizaci�n en dos equipos de los trabajadores. A su vez, cada equipo, constaba de cinco grupos, cada uno. Los nombres de estos equipos est�n inscritos por todas partes en las partes interiores de los monumentos.

Los hallazgos realizados por Hawass han sido, a lo largo de estos a�os, de gran importancia en relaci�n con la investigaci�n de las personas que integraban estos equipos de trabajo. Por ejemplo, se han hallado los restos de una ciudad, asentamiento permanente de la masa trabajadora, los hornos para pan, los talleres para la fabricaci�n de sandalias, para tejidos, para cer�micas, y as�, un largo etc�tera que muestra c�mo eran atendidas por la administraci�n fara�nica las necesidades de sus trabajadores. Hawass cuenta haber descubierto inscripciones jerogl�ficas relacionadas con el  Inspector en Jefe del lugar de la pir�mide, as� como el Inspector de la cara oeste de la pir�mide. Encontr� tambi�n una estatua de un Inspector de artesanos, que tambi�n era Inspector de construcci�n de tumbas; pues bien, tambi�n ha descubierto datos acerca del hombre que esculpi� dicha estatua.

 

Los hombres y sus restos.

De este modo, y lo visto es s�lo un ejemplo, la estructura social y administrativa de los constructores de las pir�mides, va saliendo a la luz.

Tumba de Nefer-tches. � I.E.A.E.

De otra parte, la excavaci�n de la necr�polis ha permitido analizar cerca de un millar de esqueletos en los enterramientos. El examen de los huesos ha demostrado que esta poblaci�n habr�a sufrido numerosos accidentes y lesiones durante la construcci�n de las pir�mides.

Roturas de costillas, deformaciones de la columna vertebral, incluso amputaciones de piernas y brazos, est�n presentes en estos hallazgos. Hawass cuenta c�mo entre los hallazgos, sali� a la luz un esqueleto al que le faltaba un pie. Los especialistas llegaron a la conclusi�n de que se hab�a llevado a cabo una amputaci�n quir�rgica del miembro y que, entre la amputaci�n y la muerte del individuo debieron transcurrir, al menos, catorce a�os. Esto prueba que exist�a una organizaci�n de asistencia cl�nica al servicio de los constructores de las pir�mides.

Tambi�n se ha conocido, a partir de los restos humanos encontrados en la necr�polis, que la edad media de vida de estos obreros oscilaba entre los treinta y los treinta y cinco a�os, as� como que resid�an permanentemente en un recinto con viviendas del que sal�an por la ma�ana para trabajar en las pir�mides y regresaban al atardecer despu�s de su jornada de trabajo.La dieta alimenticia consumida por estos trabajadores, inclu�a el llamado �pez gato� y el �pez Synodontis�, ambos del Nilo. Tambi�n se han encontrado restos de algunos mam�feros, tales como ovejas y cabras. La presencia de cereales, indica igualmente el consumo de trigo, centeno y cebada.

Tumba de Nefer-Tches.

 � I.E.A.E.

Todos estos datos, revelan, al entender de los arque�logos, que el nivel de vida de estos pobladores de la ciudad de los obreros, era m�s alto que el de los habitantes de cualquier otro pueblo de Egipto, por lo que se puede decir que se trataba de una especie de �lite dentro de la poblaci�n egipcia.

Las excavaciones han ido mostrando la existencia en la ciudad de edificios destinados a almacenes para cereales, vino, cerveza y aceite, as� como otros cuyo cometido era la manufactura y preparaci�n de raciones de alimentos a base de pan, pescado, carne y, probablemente, hortalizas, todo ello para ser distribuido entre los grupos y equipos de los trabajadores.

Otras construcciones parecen haber tenido como finalidad ser talleres para la elaboraci�n de herramientas hechas con piedras duras, tales como martillos con cabeza de dolerita. Igualmente se ha mostrado que ciertas dependencias estaban dedicadas a producir pigmentos de color rojo y de color ocre con los que los egipcios pintaban los edificios construidos alrededor de las pir�mides, como parte del conjunto funerario.

Todo el conjunto de las excavaciones muestra la existencia de una gran ciudad que indica c�mo ser�an los n�cleos urbanos y la vida d�a a d�a durante el Imperio Antiguo.

 

�Un Palacio de Mikerinos cerca de su pir�mide?

Una de las hip�tesis m�s atractivas para los excavadores del lugar ha sido el hallazgo de lo que, por primera vez conocida, ser�a la evidencia de una estructura palacial, destinada a albergar al rey durante este periodo.

Siempre hemos o�do hablar de las tumbas para los reyes y para los nobles, pero no se sabe pr�cticamente nada de hallazgos de palacios reales de esta �poca. De hecho, Mark Lehner ha encontrado, no lejos de las pir�mides, lo que podr�an ser los restos de una gran residencia para los faraones.

�Posible palacio de Mikerinos?. � I.E.A.E.

Nunca se hab�a encontrado en Egipto un palacio del Imperio Antiguo, aunque s� se conocen restos de palacios de otras �pocas. Adem�s de los almacenes encontrados en su momento, tambi�n se descubrieron otras estructuras, en medio de una enorme v�a, que parec�an estar dedicadas a albergar las labores de panificaci�n, la fabricaci�n de bebida, el tejido, la carpinter�a, matadero. Estos edificios, diferentes de las estructuras de la ciudad de los obreros, estaban claramente relacionados con los restos de  un palacio en los que se hab�an encontrado marcas de sello, en adobe, con el nombre del rey Mikerinos. Esto llev� a los excavadores a pensar que all� debi� haber un palacio real, atribuible al citado soberano de la dinast�a IV.

 

Los muelles de atraque de las gabarras del Nilo.

Otro importante hallazgo, a partir de las excavaciones, en la ciudad de los obreros y en las inmediaciones de las pir�mides, ha sido la localizaci�n del lugar d�nde estaban las canteras que proporcionaban los bloques con los que se alzaron las enormes moles de las tres pir�mides de Guiza,

Hasta este momento se hab�a admitido generalmente que la piedra caliza llegaba a la meseta de Guiza desde las canteras de Tura, a bastantes kil�metros del lugar. Sin embargo, se ha descubierto que las canteras de donde se prove�an los bloques no se encontraban lejos de la misma ubicaci�n de las construcciones, algo al sur de las pir�mides.

Ciudad de los obreros.� I.E.A.E.

As�, los arque�logos han distinguido entre la piedra local, caliza nummul�tica, propia de la meseta de Guiza, y los materiales venidos de otros lugares, tales como el granito rojo, que proceder�a de las canteras de Assu�n.Para facilitar la llegada y el acceso de estos bloques de materiales no locales, los constructores de las pir�mides edificaron un puerto en la boca de un Uadi situado algo al sur de las pir�mides.

Desde dicho muelle o puerto, donde atracar�an las grandes gabarras venidas desde el lejano sur con bloques de granito rosa que pesaban una media de sesenta toneladas, cada uno, se proceder�a a su transporte hasta las inmediaciones de la pir�mide en construcci�n, por medio de trineos o rodillos tirados por equipos humanos.

Como dice Mark Lehner con gran acierto: �cada �rea de excavaci�n (en la ciudad de los obreros) es como una ventana que permite mirar dentro de las ruinas de un cuadro arqueol�gico que alberga estructuras de la vida diaria, tal como fue durante la �poca de la construcci�n de las pir�mides de Guiza...�.

Queda claro, despu�s de este peque�o paseo sobre esta important�sima �rea arqueol�gica de Egipto que, las pir�mides no fueron construidas por extraterrestres o seres semejantes, sino por egipcios que vivieron, padecieron y murieron hace casi cinco mil a�os, en la creencia de que, colaborando incluso a costa de sus vidas, para alzar hacia el cielo las magn�ficas moles piramidales que albergar�an los restos divinizados de su rey, ellos tambi�n podr�an alcanzar la vida eterna al lado de su fara�n por haber compartido la gloria de dicha construcci�n.

 

 

Para saber m�s:

Edwards, I. E. S. The Pyramids of Egypt. London, 1993.

Lauer, J. Ph. Le myst�re des pir�mides. Paris, 1988.

Lehner, M. The Complete pyramids. London, 1997.

Malek, J. In the shadow of the Pyramids. Egypt during the Old Kingdom. Norma (Oklahoma). 1986.