MADRID, CAPITAL DE
EGIPTO
¿Qué le sugieren
palabras como faraón, jeroglífico, pirámides, templo o dinastías?
Para un grupo cada vez más numeroso de madrileños estos nombres son
sólo los eslabones de todo un universo evocador donde el afán por
conocer
los misterios de la cultura egipcia se convierte en algo más que un
pasatiempo. Actualmente Madrid es el principal núcleo egiptológico de
España, no sólo porque posee el más importante templo egipcio fuera
de su país de origen sino porque esconde múltiples rincones que viven
por y para el mundo de Cleopatra.
Maqueta
del templo de Debod a escala realizada
por
Dª Begoña del Casal y D.Saúl Pérez-Juana.
Foto. Juan Luis Jaén.
Una
buena parte de la pasión y el interés por la civilización más
grandiosa de la historia de la Humanidad está cada vez más viva en
Madrid. No hay mas que darse una vuelta por la capital...
D.
Francisco Martín Valentín, Director del Instituto de Estudios del
Antiguo Egipto y Fundador de la Asociación Española de Egiptología,
asegura que Madrid demanda cultura no sólo por la atracción que este
mundo suscita si no porque “Madrid es una ciudad muy cosmopolita que
demanda cultura y a poco que te muevas por otros países te das cuenta
de que Madrid se interesa cada vez más por la historia, el arte....”.
Según este egiptólogo “existe una sensibilización cada vez más
fuerte por la cultura de aquel país, si bien las instituciones no
siempre responden como es debido como sucede con el templo de Debod, el
más grande e importante de los templos egipcios que se conservan fuera
de aquel país y que, sin embargo, aún no ha obtenido la catalogación
de Bien de Interés Cultural”.
El
Templo de Debod llegó a Madrid hace 30 años, tras ser donado por la
República de Egipto a España, en reconocimiento a la colaboración de
nuestro país y su misión arqueológica en una de las operaciones más
ambiciosas de protección del patrimonio histórico: el salvamento de
los templos y yacimientos arqueológicos de Nubia, amenazados por la
construcción de la gran presa de Asuán, a mediados del siglo pasado.
Egipto tan sólo recompensó a Holanda, Estados Unidos, Italia y España
con cuatro templos, de los cuales el más importante es el de Debod.
Situado
en la Montaña del Príncipe Pio, pertenece a la red de museos
municipales del Ayuntamiento de Madrid, gestionados por la Concejalía
de Cultura, que ha acometido recientemente una serie de obras de
restauración y ha preparado una exposición permanente para el
público. El pasado año visitaron el templo unos 60.000 visitantes,
“lo que indica el interés del público por este lugar y, en general,
por lo que tiene que ver con Egipto”. Sin embargo Martín Valentín
reitera sus quejas contra la Comunidad del Madrid y asegura que “ es
incomprensible que después de 30 años todo siga igual y no haya sido
declarado Bien de Interés Cultural (BIC)”. El Ayuntamiento ha hecho
lo suyo, declarando a Debod como edificio protegido sin embargo
es competencia del gobierno regional darle la catalogación de BIC.
“Cuando el templo llegó Madrid,
en 1970, la Dirección General de Patrimonio Histórico puso en marcha
un expediente para declararlo Monumento Histórico Artístico Nacional.
Franco murió y las cosas se quedaron a medias. Y así siguen”. De ser
declarado como BIC gozaría de mayores fondos europeos para su
conservación, “ difícil y costosa”, según el egiptólogo. “Con
el presupuesto del que goza el Ayuntamiento se ha reconstruido la piedra
y se ha realizado la exposición permanente que ayuda a su perfecta
comprensión señala Francisco Martín – sin embargo el Templo
debería ser recubierto porque sufre un importante desgaste”.
Capilla
de Adijalamani y naos de Ptolomeo XII.(Templo de Debod).
Foto. Juan Luis Jaén.
Y
Mientras la burocracia de la espalda a la correcta conservación, el
Instituto de Estudios del Antiguo Egipto se ha propuesto convertir a
Madrid en un foro internacional de la Egiptotología. Cada otoño se
celebrará en la capital una jornada temática...“de modo que se
siente un precedente y se sepa en todo el mundo que cada otoño Madrid
será el centro de las miradas de los Egiptólogos”, concluye
Francisco Martín.
Por
Elena Delgado.
Madridiario,
26 de Abril de 2001.