AZUL

El color del arte de los Egipcios.

Hasta el 22 de Mayo, el Centro Cultural Conde Duque de Madrid acoge la magn�fica exposici�n titulada Azules Egipcios, peque�os tesoros del Arte.

 

Organizada por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto en colaboraci�n con el �rea de Gobierno de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, la Sala de B�vedas del Centro Cultural de Conde Duque de Madrid acoge la exposici�n de arte fara�nico "Azules Egipcios, peque�os tesoros del Arte", comisariada por Francisco Mart�n Valent�n y Teresa Bedman, que exhibe una selecci�n de 208 de las m�s hermosas piezas, combinaci�n de perfecci�n y color, de la arqueolog�a egipcia en todos sus periodos hist�ricos, la mayor�a en fayenza, con el color azul como elemento com�n a todas ellas.

Ese "color azul del infinito celeste que tan notoriamente preside el curso del Nilo desde el principio de los tiempos", como dice Francisco Mart�n Valent�n, o "color escalado, desde el celeste profundo del firmamento imperturbable del Alto Egipto, al verdoso pleno de vida de las aguas del Nilo", como se�ala Teresa Bedman, piezas realizadas por las primorosas manos de los artesanos del Antiguo Egipto, que hoy forman parte de los fondos del Meyer Museum en el prestigioso Eton College, o "Real Colegio de Nuestra Se�ora de Eton, junto a Windsor", y que constituye, en su conjunto, la expresi�n m�s genuina de la vida cotidiana del hombre egipcio. "Azul a�il del lapisl�zuli, del que estaban hechos los cabellos de los dioses; azul celeste turquesa, mefkatm era su nombre egipcio, color que simbolizaba la esperanza y  la renovaci�n, elemento grato a la divina Hat-Hor... s�mbolo de vida y vigor, promesa de regeneraci�n y renacimiento", explica la comisaria, quien recuerda que los egipcios hablaban en sus escritos de Tchehenet " para referirse a la pasta cer�mica azul brillante, como el resplandor y el brillo propios del sol, la lunas y las estrellas".

La colecci�n, sobradamente acreditada en los �mbitos culturales y egiptol�gicos m�s importantes del mundo, que ha sido expuesta recientemente en las salas del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, Rijksmuseum van Oudheden de Leiden, Museo de Hildesheim, ha reunido obras realmente colosales, como explica el comisario Francisco Mart�n Valent�n en el excelente catalogo que acompa�a a la muestra cuando asegura que "lo colosal, en efecto, no s�lo es aquello enorme de tama�o f�sico, sino tambi�n lo dotado de caracter�sticas extraordinarias que lo destacan de lo ordinario como algo excepcionalmente bueno". Procedente del Eton College, como ya hemos se�alado, vivero de primeros ministros, importantes hombres de armas, escritores y personajes famosos brit�nicos, colegio donde estudi� el despu�s Mayor W.J.Myers entre 1871 y 1875, la colecci�n est� formada por un magn�fico conjunto de piezas egipcias reunidas por Myers durante su estancia en Egipto en los �ltimos a�os del siglo XIX entre 1883 y 1894, pa�s en el que compr� unos 3000 objetos de arte, "una de las m�s completas del mundo en vasos decorados y c�lices lotiformes", seg�n los comisarios. Los objetos abarcan toda la historia de las distintas dinast�as  de la cultura egipcia, desde las paletas y cer�micas del Periodo Predin�stico y anteriores hasta vasijas de fayenza , bronces y retratos de momias del Periodo Romano. La colecci�n se ve completada por varias tallas escult�ricas  y piezas de joyer�a. Notable es la serie d cuencos con dise�o de loto de la dinast�a XVIII y posteriores, aunque la colecci�n  de c�lices lotiformes de fayenza  es reconocida como una de las m�s admiradas del mundo.

La muestra, que ha tratado de combinar criterios tem�ticos y cronol�gicos, se bifurca en dos �reas bien diferenciadas. La primera se refiere a objetos de "fayenza egipcia", cer�mica netamente distinta de la simplemente denominada "fayenza" o "may�lica", que son las cer�micas tratadas con esmalte de esta�o fabricadas en Faenza (Italia) desde la Edad Media. Sus ingredientes b�sicos eran el polvo de cuarzo (obtenido de piedras molidas de dicho material o extra�do de la arena o del s�lex), un alcal�,  como el natr�n, una pizca de cal y �xido de cobre como colorante".

La segunda �rea incluye piezas de un conjunto que puede ser distribuido en cuatro grandes apartados dedicados al mundo de los dioses, al de los reyes, al �mbito de la vida cotidiana y al mundo funerario. 

LOS APARTADOS

El mundo de los dioses, que "fueron los primeros habitantes de la Tierra Negra (Egipto)", antes de que se establecieran all� las dinast�as humanas, est� representado por numerosas im�genes de divinidades de forma de amuletos de peque�o tama�o, adem�s de varios contrapesos de collares Menat de la diosa Hat-Hor, placas cer�micas con motivos mitol�gicos, cuencos votivos, espejos, paletas y recipientes para afeites, etc... Resulta importante conocer la teogon�a y la cosmolog�a de los egipcios para penetrar siquiera someramente en su historia, 

 

 

Madrid, 12 de Mayo de 2004.

Fuente: ANTIQVARIA

Autor: Manuel Irusta.