Museo de El Cairo exhibirá en su sótano los tesoros y misterios de Egipto
Gastón
Maspero, el primer director del depósito de los tesoros nacionales de
Egipto dijo una vez que el museo que los albergase debía ser como la
tumba de un faraón: atiborrado de pinturas y estatuas, muebles y joyas. El
haz de luz de una linterna ilumina el barbado busto de piedra de un faraón,
similar a los de Luxor y Karnak, de unos 4.600 años de antigüedad. Más
allá, un trío de cupidos salido de un cementerio victoriano conforma una
incongruente guardia de honor para una figura faraónica en la pose
habitual: brazos rígidos, pierna izquierda adelantada y expresión
imperiosa. Un
rincón lleno de pedestales y capiteles parece una tienda de repuestos
para un arqueólogo clásico. En general, sólo el personal del museo y los investigadores tienen acceso al sótano. Una periodista de The Associated Press obtuvo permiso para visitar el lugar, que parece salido de una película de Indiana Jones. El sótano y sus
misterios
Lo primero que se ve es una zona donde se encuentran unos 150 artículos destinados a la muestra "Tesoros ocultos del Museo Egipcio", que se inaugurará el 9 de diciembre para exhibir objetos almacenados desde hace largo tiempo en el sótano y otros lugares del museo.
Los
tesoros incluyen dos esfinges medianas, una de ellas decapitada; un
elegante jarrón de piedra gris y bellas estatuas de trabajadores que
beben cerveza, muelen trigo y realizan otras tareas. Aún no se ha
determinado su antigüedad, pero las piezas se parecen a las de la tumba
de Tutankamón, quien reinó hace más de 3.300 años. Durante años, la directora del museo, Elham Salah, había considerado el sótano un lugar para depositar objetos sobrantes. Pero un día recibió instrucciones del enérgico Zahi Hawass, director del Consejo Supremo de Antigüedades, de que eligiera artefactos para la muestra de "Tesoros ocultos". Una excavación en el corazón del
museo
Bajó
al sótano y -- casi por primera vez -- abrió realmente los ojos. "Fue
un hallazgo", dice Salah. "Realizamos una excavación dentro del
mismo sótano". Muchos
de los artefactos son "objetos inéditos", como los llama la
directora. Se trata de piezas que aún no han sido estudiadas ni colocadas
en su contexto histórico. El museo ha consultado a investigadores para
que comparen los tesoros que han salido a la luz allí, con otros más
conocidos, a fin de prepararlos para la muestra. Algunos
de los tesoros del sótano tienen rótulos, pero el polvo y el tiempo han
borrado en parte la información. Muchas piezas están en los inventarios,
pero el sótano se ha convertido en un depósito para artefactos de
excavaciones o de otros museos que no tienen lugar para ellos, y no existe
un inventario central. Está
previsto realizar un catálogo general del sótano, pero es evidente que
hasta entonces muchas piezas conservarán su misterio. Tesoros
Al
explorar el sótano en busca de artefactos para la muestra de
"Tesoros ocultos", los estudiosos tomaron lo que les llamaba la
atención. Buscar y hallar una pieza determinada sería una tarea que
tardaría mucho tiempo, dijo Salah. Los
cables tendidos sobre las paredes de ladrillos llevan electricidad a unas
lámparas que disipan la oscuridad apenas lo suficiente para revelar
cajones de madera de donde desborda la paja de relleno, cajas de cartón
que antes contenían botellas de agua, maletas llenas de tesoros,
dispuestas sobre anaqueles y cubiertas de un polvo que parece remontarse a
la inauguración del museo, el 15 de noviembre de 1902. Sobre un anaquel alto está tendida una figura humana de tamaño natural con los brazos alzados hacia el cielo. ¿Una momia? No: una estatua de madera. Pero
más adelante aparece la momia, dentro de un sarcófago de madera pintada
y tallada, la tapa corrida lo suficiente como para entrever los
envoltorios ennegrecidos por el polvo. Aunque
la margen oriental del Nilo está apenas a una cuadra, no hay señales de
humedad en las paredes, el techo o los objetos. Sin embargo, Hawass teme
que los años de abandono hayan causado daños. Poco
después de haber sido designado para el principal cargo arqueológico de
Egipto, Hawass fue a echar una mirada al sótano. Por curiosidad intentó
hallar las cajas de objetos que él mismo No encontró las cajas.
"Ese
sótano fue para mí como un lugar no excavado", dijo Hawass, cuya
amplia sonrisa y su entusiasmo por todo lo egiptológico son conocidos por
telespectadores de todo el mundo, en particular después de una serie
reciente de National Geographic sobre los secretos de la Gran Pirámide. Hawass
calcula que hay unos 100.000 artefactos en el sótano, tantos como en las
galerías abiertas al público. Ha ordenado que todas las piezas sean
restauradas, catalogadas y, que, con el tiempo, sean trasladadas a un depósito
nuevo junto al museo. En el sótano se construirán salas para los
investigadores, talleres nuevos para los restauradores y una galería para
exhibir piezas extraviadas durante años. El
proyecto comenzará con la muestra "Tesoros ocultos", parte de
los festejos organizados con ocasión del centenario del museo. Aún no
hay planes para llevarla al exterior. A
largo plazo, la mayoría de los artefactos serán trasladados al Gran
Museo Egipcio, un edificio mucho más grande ubicado al borde del
desierto, cerca de las pirámides, cuya inauguración está prevista para
dentro de cinco años. No
obstante, en el viejo museo quedarán algunos millares de obras maestras.
Fuente: Copyright 2002 The Associated Press. Derechos Reservados.
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