LOS PUEBLOS DEL MAR Y EL TRASFONDO HISTÓRICO DE LA GUERRA DE TROYA. |
Por Carlos J.Moreu |
(Articulo
publicado en Mediterranean Archaeology 16, 2003, pag. 107-124) ABSTRACT
Los llamados Pueblos del Mar estuvieron involucrados en diversos conflictos al final de la Edad de Bronce. Los más importantes ocurrieron en tiempos del faraón Ramsés III, debido a la crisis que tuvo lugar en el Mediterráneo oriental hacia 1200 a C. La inscripción del templo funerario de Medinet Habu, que informa sobre este acontecimiento, está redactada en un estilo bastante ambiguo. Por ello, el texto ha desorientado habitualmente a los estudiosos de la crisis. En general, se cree que una coalición de cinco Pueblos del Mar devastó Anatolia, Chipre y Siria, y acabó su expedición atacando Canaán y Egipto. Sin embargo, un estudio más amplio de los datos demuestra que estos cinco pueblos, vasallos de los hititas, tenían su asentamiento original en algunas de las tierras devastadas de Anatolia y Siria. De hecho, habían sufrido una gran derrota en sus propios países, y tuvieron que emigrar hacia las fronteras egipcias e invadir Palestina. Sus enemigos (o los verdaderos atacantes en el norte) eran micénicos. Estos agresores conquistaron varias regiones costeras, al mismo tiempo que los mushki y los kashka destruyeron el imperio hitita. Troya fue una de las ciudades anatolias atacadas por los griegos micénicos, por lo que la legendaria Guerra de Troya tiene un evidente fundamento histórico. 1.
Introducción El término "Pueblos del Mar" ha sido utilizado por los historiadores y arqueólogos para designar a un conjunto heterogéneo de naciones citadas en varios registros egipcios de la época de los faraones Ramésidas (Dinastías XIX y XX), los cuales fueron inicialmente estudiados por E. de Rougé en el siglo XIX. No obstante, en ellos se usa una variedad de nombres, tales como: "los países del mar", "pueblos que venían desde sus islas en medio del mar", "guerreros del mar", "los norteños en sus islas"...[1] Algunos de estos pueblos son también mencionados en documentos más antiguos procedentes de El-Amarna.[2] Por las fuentes egipcias, sabemos que los llamados Pueblos del Mar estuvieron involucrados en diversas crisis, que afectaron no solamente a Egipto sino también a otras áreas del Mediterráneo oriental. Ya desde la época de Ramsés II, algunos de ellos se unieron a las tribus libias para amenazar los márgenes occidentales del Nilo.[3] Pero como es bien sabido, los conflictos más serios tuvieron lugar durante los reinados de Merneptah (segunda mitad del siglo XIII a C), y Ramsés III (principios del XII a C). Si estudiamos en detalle la documentación, podremos observar que los Pueblos del Mar actuaban en cada acontecimiento por motivaciones diferentes. Además, no había un comportamiento común para todos los Pueblos del Mar involucrados, aunque algunos fuesen capaces de formar eventuales coaliciones. Por ejemplo, en el caso de los llamados sherden, los encontramos primero enfrentándose a Ramsés II, pero unos pocos años después formaban parte del ejército egipcio en la batalla de Kadesh.[4] Durante la época del faraón Merneptah, los sherden se unieron a una coalición entre los libios y los Pueblos del Mar que atacó nuevamente Egipto.[5] Y en los graves conflictos del reinado de Ramsés III, encontramos guerreros sherden luchando tanto en el lado de los Pueblos del Mar como en el lado egipcio.[6] Esta consideración es importante para poder comprender las inscripciones egipcias del templo funerario de Medinet Habu, que cuentan la gran crisis final de los Pueblos del Mar.[7] La ambigua redacción de esas inscripciones, unida a la equívoca idea de que todos los Pueblos del Mar tenían los mismos objetivos, puede desorientar a los investigadores a la hora de estudiar los grandes disturbios ocurridos en el Mediterráneo oriental entre finales del siglo XIII a C y principios del siglo XII a C. Aunque el tema principal de este artículo es precisamente la gran crisis alrededor de 1200 a C, es también necesario explicar los acontecimientos más antiguos del año 5 de Merneptah. Será posible entonces comparar esta fallida invasión de Egipto (en cuanto a la diferente composición y objetivos de la coalición atacante), con los intentos de invasión durante el reinado de Ramsés III. 2. La campaña del faraón
Merneptah Los registros egipcios relativos a la invasión de pueblos libios y mediterráneos en la época de Merneptah son: la Gran Inscripción de Karnak, la Columna de El Cairo, la Estela de Athribis y el Himno de la Victoria.[8] De estos textos se deduce que un gobernante de Libia llamado Meryey (hijo de Ded) había invadido la tierra africana de Tehenu con la ayuda de una liga de cinco Pueblos del Mar. Estaba constituida por los ekwesh, teresh, lukka, sherden y shekelesh.[9] Más tarde, y aprovechando probablemente la ventaja de sus numerosas fuerzas, los libios atacaron el norte de Egipto junto a sus aliados, aproximándose a Menfis hasta que fueron vencidos por el ejército egipcio.[10] Todos estos pueblos podían proceder de las costas del Egeo. Los teresh han sido relacionados con los "tyrsenoi", un nombre griego alternativo tanto para los lidios como para los posteriores etruscos.[11] Los lukka son identificables como licios.[12] Los sherden podían tener su patria en el área de Sardes, en Lidia.[13] También los shekelesh han sido localizados en Anatolia occidental[14] (probablemente venían de las tierras del río Shekha). Y con respecto a los ekwesh, es frecuente su identificación como aqueos, debido a la similitud de ambos términos.[15] Los textos egipcios especifican, sin embargo, que éstos estaban circuncidados,[16] lo que ha inspirado ciertas dudas sobre su origen helénico. En otro texto referente a este conflicto, se informa que el faraón envió grano en barcos para la supervivencia de Hatti,[17] lo cual lleva a pensar que los hititas, asentados en Anatolia, también pasaban por una situación crítica en aquel momento. El faraón manifiesta, refiriéndose a los Pueblos del Mar: "Su jefe es como un perro, pues causó un desastre a los Pedetishew, a quienes hice llegar grano en barcos, para mantener viva aquella tierra de Kheta." El término Pedetishew puede aludir a una región anatolia llamada Pitassa por los hititas, por lo que parece que dicha zona fue atacada por la misma coalición que se unió a los libios. Esta información es interesante, ya que hace posible relacionar el ataque a Egipto por los Pueblos del Mar con los problemas sufridos por los hititas en Anatolia occidental durante los reinados de Tudhaliya IV y Arnuwanda III. La mayoría de esos conflictos involucraron a los "ahhiyawa",[18] identificados por un amplio número de autores como "aqueos" o micénicos.[19] También es sabido que Tudhaliya IV se apoderó de la isla de Chipre (Alashiya), una importante escala en las rutas comerciales del Mediterráneo oriental. Tal vez por esta época, una coalición de pueblos procedentes de Anatolia occidental, incluidos los ahhiyawa y los de Arzawa, atacaron la isla.[20] La datación del documento relativo a esta alianza (el texto de Madduwatta) es controvertida. Aunque parece estar escrito durante el reinado de Arnuwanda III, ha sido igualmente datado en la época de Arnuwanda I.[21] No obstante, es bastante verosímil que el intento de invasión de Egipto rechazado por Merneptah fuese producido por libios unidos a pueblos del área del Egeo-Anatolia occidental (incluyendo aqueos); y que en el mismo periodo, los hititas también se hubiesen enfrentado con algunos pueblos rebeldes de Anatolia occidental, secundados por micénicos. Pasemos ahora a estudiar los acontecimientos de la época de Ramsés III. 3. Las campañas de Ramsés
III A principios del siglo XII a C, los egipcios tuvieron que combatir contra una heterogénea masa de pueblos que trataban de invadir su país, así como otras tierras normalmente controladas por ellos. Entre los atacantes había varios Pueblos del Mar, pero también podemos encontrar libios y asiáticos. La documentación relativa a estos hechos está contenida en las inscripciones y relieves de Medinet Habu (en el templo funerario de Ramsés III), y en el Papiro Harris.[22] En primer lugar, es importante considerar estos intentos de invasión como un último capítulo de la gran conflagración que afectó a casi todo el Mediterráneo oriental. Tal y como expresa la gran inscripción del segundo pilono en Medinet Habu, la devastación había sido generalizada en diversas áreas de Anatolia (incluido el país hitita), en el norte de Siria, y en la isla de Chipre.[23] Existen algunos documentos hititas y ugaríticos, relativos a este conflicto previo, que hacen referencia a una lucha prolongada por obtener el control sobre Chipre.[24] Pero antes de volver a estas cuestiones, es necesario analizar los registros egipcios. Según la información de Medinet Habu, Egipto tuvo que sufrir cuatro guerras contra diversos pueblos durante el reinado de Ramsés III. En el año 5, el ejército egipcio combatió en la Primera Guerra Libia contra tribus que venían del oeste, las cuales pudieron estar apoyadas por algún contingente de los Pueblos del Mar. En el año 8 tuvo lugar la llamada Guerra del Norte, en la que los egipcios se enfrentaron con una coalición de Pueblos del Mar en dos batallas. Hubo una batalla naval en la desembocadura del Nilo, y una batalla terrestre en algún lugar de Canaán, hacia el nordeste. El año 11 es la fecha de la Segunda Guerra Libia. Y finalmente, los egipcios realizaron una campaña (o una serie de campañas) en el Levante,[25] contra pueblos asiáticos y Pueblos del Mar que se estaban asentando en esas tierras. El templo de Medinet Habu proporciona también una importante información gráfica expresada en sus magníficos relieves. Éstos muestran a los egipcios luchando contra sus enemigos, y a los numerosos prisioneros capturados por Ramsés III. Pero las escenas, en su conjunto, representan individuos de diferente origen, ya que podemos ver guerreros libios, sirios y anatolios. Estos últimos se parecen mucho a algunos aliados de los hititas mostrados en los relieves de la batalla de Kadesh, en el templo de Luxor,[26] y a ciertas figuras y estatuillas halladas en Chipre.[27] Es más, resulta significativo que alguno de los relieves representa, igualmente, prisioneros hititas.[28] Otra información registrada por una de las escenas, relativa a la batalla terrestre de la Guerra del Norte, es que los Pueblos del Mar involucrados se desplazaron también en carros de bueyes con sus mujeres e hijos,[29] lo cual demuestra que estaban emigrando. Con respecto a las guerras libias, hay un relieve que muestra cinco filas de prisioneros. La mayoría de ellos son libios, pero también hay guerreros con el aspecto de los Pueblos del Mar. La inscripción anexa dice, refiriéndose al faraón: "Había llevado cautivos a los pueblos de Temeh, Seped, y Meshwesh, quienes eran ladrones que saqueaban Egipto".[30] Esto nos lleva a considerar la relación entre los libios y los Pueblos del Mar. Estudiando el papel de Libia a finales de la Edad de Bronce, parece que la costa africana, desde Cirenaica hasta el Delta del Nilo, tuvo que mantener contactos comerciales con otras naciones costeras del Mediterráneo.[31] Esto explicaría que los Pueblos del Mar hiciesen alianza con los libios en ciertas circunstancias. Es sabido que una parte de los sherden pudieron asentarse al oeste del Delta antes de 1300 a C. Después de haber sido derrotados por Ramsés II en el año 2 de su reinado, muchos de ellos fueron reclutados por el ejército egipcio. Y en referencia a los meshwesh, esta tribu libia es mencionada por las fuentes egipcias desde principios del siglo XIV a C. Pero podemos observar que un pueblo asentado en el noroeste de Anatolia, los misios, tenían un nombre muy similar; y esto sugiere algún tipo de contactos culturales entre Libia y Asia Menor.[32] El Papiro Harris hace referencia a otros pueblos entre los libios, como los keykesh, un nombre casi idéntico al del río Caicos,[33] que también está localizado en Misia. Por todo ello, puede deducirse que hacia el final de la Edad de Bronce, gentes llegadas desde Anatolia occidental debieron asentarse en las costas de Libia. Estos extranjeros eran capaces de unirse a los pueblos nativos en algunas ocasiones, con el fin de amenazar las más fértiles tierras del norte de Egipto (ya hemos visto que algo así ocurrió en el año 5 de Merneptah). Respecto a la Segunda Guerra Libia, las inscripciones de Medinet Habu refieren que los meshwesh habían invadido el territorio de Tehenu, pero esta invasión acabó en una alianza entre ambos pueblos.[34] Ahora bien, la situación producida al nordeste del imperio egipcio estuvo sin duda más relacionada con la gran crisis del Mediterráneo oriental (ca. 1200 a C.). 4. La Guerra del Norte En el año 8 de Ramsés III, los egipcios se enfrentaron con una confederación de Pueblos del Mar que amenazaba Egipto desde Palestina. Esta liga estaba constituida por cinco pueblos: peleset, thekel, shekelesh, denyen y weshesh, según la información de Medinet Habu. El Papiro Harris nombra a los mismos pueblos con una sola excepción: en lugar de los shekelesh, incluye a los sherden como miembros de la alianza. Estos pueblos fueron vencidos en dos batallas: una fue naval y la otra transcurrió en tierra. Es sabido, sin embargo, que algunos de ellos lograron asentarse en el área costera de Canaán, tradicionalmente controlada por los egipcios. Hay una inscripción en Medinet Habu, junto a la escena que representa a los Pueblos del Mar viajando con mujeres y niños, que dice: "Los pueblos que venían desde sus islas en medio del mar avanzaron hacia Egipto, con los corazones confiados en sus armas."[35] Otra inscripción, más ambigua, está redactada como sigue: "Los pueblos norteños están inquietos en sus territorios, al igual que los peleset y los thekel, que devastan su país. Su espíritu llegó hasta el último extremo. Eran guerreros sobre la tierra, y también en el mar. [...]"[36] Cuando este texto menciona los países norteños, está refiriéndose a las tierras próximas de Fenicia y Palestina. Los peleset, identificados generalmente como filisteos, se asentaron en Palestina al principio del siglo XII a C., después de conquistar varias ciudades.[37] Por eso la inscripción dice que peleset y thekel (guerreros en tierra y en el mar) devastaron esos países. Pero
el texto más importante y problemático, referente a la Guerra del Norte, es la
gran inscripción del segundo pilono, que es la que ha dado a la crisis mediterránea
una naturaleza histórica. De hecho, la ambigüedad de su redacción ha
desorientado habitualmente a los investigadores al estudiar esta crisis. Según
la traducción de Breasted,[38]
el párrafo principal del texto es como sigue: "Los
países – –, los [norteños] en sus islas estaban agitados, llevados a la
[contienda] – a un mismo tiempo. Nadie se mantuvo frente a sus armas, desde
Kheta, Kode, Carchemish, Arvad, Alasa, todos fueron devastados. [Ellos
establecieron] un campamento en un lugar de Amor. Desolaron a su gente y su
tierra fue como lo que nunca había sido. Avanzaban, con el fuego preparado ante
ellos, hacia Egipto. Su principal fuerza estaba formada por los peleset, thekel,
shekelesh, denyen y weshesh. (Estas) naciones estaban unidas, y pusieron sus
manos sobre los territorios hasta el círculo de la Tierra. Sus corazones
estaban confiados, alimentados por sus planes." La interpretación más común de la inscripción es que una coalición de Pueblos del Mar devastó varias regiones de Anatolia, Chipre y Siria, estableció un campamento en el país de Amurru (Siria), y luego, continuó su marcha destructiva hacia Egipto. La liga estaba constituida por los cinco pueblos mencionados en el párrafo.[39] Sin embargo, hay otro modo de leer el texto, y después de un detallado estudio de los datos disponibles, va a revelarse como la interpretación correcta. Consiste en diferenciar a esos norteños en sus islas (mencionados al principio de la inscripción como los atacantes de las cinco tierras citadas) de los Pueblos del Mar que establecieron el campamento en Amurru y avanzaron hacia Egipto (la coalición de peleset, thekel, shekelesh, denyen y weshesh). Hay que recordar que los relieves muestran a estos últimos como pueblos emigrantes, viajando con mujeres y niños, y no propiamente como un ejército invasor en campaña. La razón de este hecho es que procedían en realidad de las regiones anatolias, y tal vez de las tierras del norte de Siria, previamente devastadas por los llamados "norteños" (cuya identidad no se especifica). Es decir, que los pueblos que se agruparon en un campamento no eran los vencedores del conflicto, sino los derrotados: una masa de refugiados que posteriormente se desplazó a lo largo de la franja fenicio-palestina, buscando un territorio donde establecerse, y causando a su vez nuevas destrucciones en las regiones en las que encontraban oposición. Cuando el texto manifiesta: "[Ellos establecieron] un campamento en un lugar de Amor", podemos ver que el traductor estaba inseguro de la parte de la inscripción encerrada entre corchetes. Lo que es seguro es "...un campamento en un lugar de Amor". Pero de acuerdo con el texto, los que se establecieron en el campamento pudieron haber sido perfectamente aquellos cuyas tierras fueron devastadas, y no los invasores (la frase previa se refiere exactamente a los derrotados: "todos fueron devastados"). Así pues, en un estilo más preciso, el texto estaría redactado: "Estos últimos establecieron un campamento en un lugar de Amor". Finalmente, se dice que estos pueblos avanzaron hacia Egipto con el "fuego" (¿la flota egipcia?) preparado frente a ellos. Ahora bien, la primera pregunta que puede hacerse es: ¿Quiénes fueron los verdaderos destructores de las cinco tierras mencionadas? Si identificamos estos países, el primero que encontramos es Hatti (Kheta), cuyo imperio quedó ciertamente en ruinas al principio del siglo XII a C.[40] El siguiente es Kode, que puede ser identificado como una región entre Cilicia y el norte de Siria (ambas sufrieron destrucción).[41] Carchemish era la importante ciudad siria atacada por las mismas fechas.[42] Respecto a Arvad, este asentamiento estaba localizado en la costa siria, pero hay otros autores que han traducido Arzawa (Anatolia occidental) en lugar de Arvad, lo cual es más correcto.[43] Y finalmente tenemos Alasa, con seguridad la isla de Chipre, donde la arqueología ha revelado que varias ciudades sufrieron también destrucciones alrededor de 1200 a C.[44] Como ha sido indicado anteriormente, diversas batallas tuvieron lugar por esa fecha con el fin de obtener el control sobre Chipre, pero los datos arqueológicos son muy claros al señalar la identidad de sus últimos conquistadores. Éstos fueron los griegos micénicos, quienes se establecieron en la isla desde la época de la crisis hasta el periodo submicénico. Por tanto, los llamados por el texto de Medinet Habu: "los norteños en sus islas" son también un Pueblo del Mar: el de los aqueos procedentes de las costas e islas del mar Egeo.[45] No obstante, en el correspondiente epígrafe de este trabajo, voy a detallar mi reconstrucción de la crisis, ya que no creo que los micénicos fuesen los únicos invasores de todas esas tierras. Ahora quiero argumentar más ampliamente mi interpretación de la inscripción de Medinet Habu. Si estudiamos la información del templo referente a la última campaña de Ramsés III, llamada "Guerra Siria" por Breasted,[46] la cual consistió en una serie de campañas para la reorganización de las fronteras levantinas, encontramos una inscripción junto a la escena de siete jefes cautivos arrodillados.[47] Según la inscripción, cuatro de ellos son jefes de los Pueblos del Mar (peleset, thekel, sherden y teresh), dos son sirios (amorita y tal vez "shashu"), y el séptimo es jefe de Kheta (luego es un hitita).[48] Por lo tanto, vemos que los hititas, cuya procedencia de uno de los países devastados en Anatolia es incuestionable, pudieron haberse diseminado también por Siria y Canaán junto con los peleset y thekel.[49] Incluso es probable que combatiesen juntos contra los egipcios. Es sabido que los pueblos costeros de Anatolia, especialmente los del sur, y aquellos que vivían en el norte de Siria, eran vasallos y aliados de los hititas, y ya habían luchado junto al rey de Hatti en la batalla de Kadesh.[50] Así pues, observando su composición completa, esta oleada de inmigrantes e invasores que se enfrentó a los egipcios tuvo que ser una consecuencia del colapso del imperio hitita, y no su causa. Ahora es necesario analizar tres de los pueblos que se desplazaron hacia Egipto: los peleset, los denyen y los tjeker (llamados thekel por Breasted). Los relieves del templo representan a todos éstos con una apariencia muy similar. Van vestidos con un faldellín, algunos de ellos llevan también una armadura o coraza; tienen escudos redondos y el característico casco filisteo coronado con plumas, o más probablemente con cintas de cuero.[51] Este aspecto lleva a pensar que su origen estaba en el área geográfica de Anatolia-Chipre, pero no resulta posible que fuesen micénicos o que procediesen de Grecia, como ha sido sugerido en el caso de los denyen[52] y peleset.[53] La panoplia del guerrero aqueo es diferente, de acuerdo con sus representaciones en los frescos de Pilos, y en el "Vaso de los Guerreros" de Micenas[54] (donde aparecen llevando cascos hechos con colmillos de jabalí, o de bronce, y adornados con largos penachos de crines de caballo). 5. Los peleset Hay un acuerdo general en la identificación de los peleset como filisteos. Este pueblo se estableció en varias ciudades del sur de Canaán desde principios del siglo XII a C. Los datos arqueológicos muestran que algunas de estas ciudades, después de haber sido destruidas, fueron reedificadas y ocupadas por los filisteos. Por ejemplo, en Ekrón nos encontramos que el estrato VIII acabó en una total destrucción, y el siguiente nivel (estrato VII) es un asentamiento filisteo mucho más amplio.[55] La cultura material de los filisteos está claramente relacionada con la del Egeo,[56] pero también presenta similitudes con las de Chipre, Anatolia y el Levante.[57] Es seguro, sin embargo, que la cerámica filistea era de fabricación local.[58] Este hecho es importante, junto con otros datos apuntados por T. Dothan y reestudiados por Barako, relativos a la completa ausencia de importaciones chipriotas en los asentamientos filisteos durante el siglo XII a C. Tampoco existen materiales egeos importados de esa época en Palestina.[59] Si consideramos además que los filisteos tenían una apariencia similar a la de algunos anatolios que lucharon en Kadesh, la primera conclusión deducida de todos estos datos es que los filisteos tenían que proceder de una región anatolia cercana a Chipre, lo que explica la similitud de su cultura material con la de los chipriotas, incluso después de su emigración a Palestina. Si producían cerámica bastante parecida al estilo micénico IIIC:1b (aunque algunos rasgos son levantinos) es en parte porque habían estado viviendo previamente dentro de la koiné cultural cipro-micénica de los siglos XIV-XIII a C, que fue el origen de los diversos estilos micénicos "pictóricos".[60] Por otro lado, si este Pueblo del Mar no mantuvo contactos comerciales marítimos con Chipre y el mundo egeo-anatolio durante el siglo XII a C, una vez asentado en el sur de Canaán, esto sólo puede ser debido a una causa. La razón es que los filisteos habían abandonado su patria huyendo de la devastación. Como sus asentamientos originales debieron de ser controlados por los enemigos que los desalojaron, al igual que Chipre, no pudieron establecer relaciones cordiales con esas regiones por un largo periodo. Es más, la palabra hebrea "peletim", que es con claridad una evolución de "pelishtim" (o filisteos), significa exactamente "refugiados". Por tanto, el emplazamiento más lógico como lugar de origen de los filisteos es un área del sur de Anatolia llamada por los griegos Pisidia, y por los hititas Hapalla. Aparte de la similitud de ambos topónimos con el término peleset, esta región estaba localizada al oeste de Cilicia,[61] cerca de la isla de Chipre, y no lejos de la costa egea, por lo que su cultura no podía ser muy diferente de la de las tierras vecinas citadas. Ahora bien, la Biblia emparenta étnicamente a los filisteos con los Caftorim[62] o cretenses. Esta relación debe de ser más antigua que el periodo analizado, cuando los cretenses no estaban bajo la dominación de los micénicos, y podían haber fundado sus propias colonias mercantiles en las costas de Asia Menor. Pero la Biblia los llama también "hijos de Anak",[63] lo cual puede significar anatolios.[64] Otro rasgo cultural que aparece en las ciudades filisteas de Canaán es el uso de una sala central en sus edificios, algo parecido al mégaron micénico.[65] Sin embargo, este hecho no puede llevarnos a considerar a los filisteos como una rama de los micénicos, puesto que este estilo arquitectónico ya apareció en Anatolia en el tercer milenio a C. (concretamente en Troya II).[66] Por tanto, es evidente que los filisteos tenían su origen en Anatolia meridional y, aunque recibieron importantes influencias culturales de los micénicos, debieron de ser uno de los pueblos vasallos de los hititas que estuvieron envueltos en los conflictos de Anatolia y Chipre hacia el año 1200 a C. 6. Los denyen Los denyen han sido identificados como los danuna, mencionados en la documentación del siglo XIV a C encontrada en El-Amarna. Estaban asentados en Cilicia, y tal vez en parte de Siria (al norte del río Orontes).[67] Su nombre ha de estar relacionado con el topónimo Adana, la capital de Cilicia que es vecina de Tarso. Estos primitivos habitantes de Cilicia eran llamados luvitas por los hititas. Una inscripción del siglo VIII a C hallada en Karatepe (Cilicia), que está escrita en fenicio y en luvita, relaciona la ciudad de Adana con un pueblo llamado danunim, que vivía en esa región.[68] Ahora bien, hay autores que han igualado a los denyen con los griegos micénicos, debido a la similitud de su nombre con el término homérico "danaoi", usado en la Ilíada como un nombre alternativo para los aqueos.[69] Este nombre procedía realmente de la tradición griega, ya que la mitología cuenta que el héroe llamado Dánao viajó con su gente desde Libia o el norte de Egipto, pasando por Rodas, con el fin de fundar un nuevo reino en la región griega de Argólide.[70] A partir de estas leyendas y de la posible relación entre los dánaos de Grecia y los danuna de Cilicia, hay estudiosos que han propuesto el origen de la civilización micénica en el asentamiento en Grecia de colonizadores procedentes del sudeste de Anatolia[71] (luego es probable que, entre los antepasados de los micénicos, hubiese algún pueblo de este grupo étnico). Otros autores sugieren que algunas gentes mediterráneas relacionadas con el imperio de los hicsos (que incluía Egipto y el Levante), pudieron haber dominado la Argólide con el uso de carros de guerra, dando origen a la leyenda de Dánao.[72] Estas ideas son interesantes, pero pueden alejarnos de nuestro tema. Lo más lógico es que los denyen de la inscripción de Medinet Habu fuesen los danunim de Cilicia. Y si fueron mencionados en las cartas de El-Amarna casi dos siglos antes de la crisis de los Pueblos del Mar, entonces no pueden ser considerados aqueos, ya que este pueblo no poseía asentamientos significativos en Cilicia antes de 1200 a C. De hecho, la presencia micénica en Tarso es altamente improbable hasta la fecha de la crisis.[73] Es importante recordar que los guerreros denyen representados en los muros de Medinet Habu no tienen la misma apariencia que los micénicos. Por lo tanto, la idea de que esos denyen eran aqueos es errónea. Ha sido sugerido que los denyen pudieron haberse establecido también en Canaán después de la crisis, y que algunos de ellos se unieron a los hebreos para constituir una de las doce tribus de Israel (la tribu de Dan).[74] Pero
la más importante conclusión para nosotros es que los denyen procedían
realmente de Cilicia. Por lo tanto, eran vasallos de los hititas, ya que estos
últimos consideraban Kizzuwatna (Cilicia) parte de su imperio.[75] Pero como hemos visto, el
área entre Siria y Cilicia es una de las tierras que, según la gran inscripción,
fueron devastadas durante la crisis (la llamada Kode). La ciudad de Tarso fue de
hecho atacada en ese periodo.[76]
Esto también prueba que la interpretación más general del texto egipcio es
errónea (es decir, la idea de que los cinco Pueblos del Mar que atacaron Egipto
fuesen también los agresores en Anatolia), ya que no es plausible que los
denyen (al menos una parte de ellos) hubiesen devastado su propio país para
después emigrar con mujeres y niños a Canaán. 7. Los tjeker El gentilicio tjeker ha sido puesto en relación con los "teukroi", que es uno de los términos usados por Homero para denominar a los troyanos.[77] Otro nombre usado en la Ilíada es "dardanoi", relacionado con el topónimo Dardanelos. Esta última palabra es también usada por los egipcios, en el llamado Poema de Kadesh, para designar a unos aliados de Hatti: los derden,[78] que igualmente son identificables como troyanos (ya que en el texto, son nombrados al lado de la tierra de "Mesa", o Misia, que lindaba con la Tróade). Es sabido que los tjeker se asentaron en el puerto de Dor, en Palestina septentrional, después de la crisis. La historia de un viajero egipcio, llamado Wenamón, los sitúa en esta ciudad hacia 1100 a C, informando de que eran piratas.[79] El yacimiento de Tel Dor ha dado algunos materiales del siglo XII a C que son un poco diferentes de aquellos encontrados en los asentamientos filisteos. Han sido hallados algunos pithoi, pero hay poca cerámica filistea y el estilo cerámico Micénico IIIC:1b no es común.[80] Aunque los datos arqueológicos de Dor no proporcionan gran evidencia, al menos mantienen la posibilidad de que los tjeker procediesen de Anatolia noroccidental. La ciudad de Troya, llamada también Ilios, fue incendiada en el nivel arqueológico VIIa, como consecuencia de un conflicto armado. Ésta fue la conclusión de Blegen, y después de las excavaciones más recientes dirigidas por Korfmann, su opinión no ha sido refutada.[81] En el estrato siguiente (Troya VIIb1), fue encontrada cerámica micénica, junto con las características cerámicas locales.[82] La mayor parte pertenece al estilo Micénico IIIC, pero hay también algunas formas (cerámicas bruñidas hechas a mano) que pueden ser datadas en el periodo de transición IIIB-IIIC.[83] Troya VIIb2 comenzó a finales del siglo XII a C, con algunos edificios nuevos y la aparición de la llamada cerámica de nudos, que se cree de procedencia danubiana o tracia.[84] Según un reestudio reciente de la cerámica micénica de Troya, la destrucción del nivel VIIa ocurrió en los últimos años de un periodo de transición IIIB-IIIC (justo al final del siglo XIII a C).[85] Por lo tanto, es contemporánea de la gran crisis alrededor de 1200 a C.[86] Durante las nuevas excavaciones en la Tróade, uno de los descubrimientos más importantes ha sido un documento epigráfico, que está datado hacia 1100 a C. Es un sello con dos nombres en escritura jeroglífica luvita.[87] Como es sabido, los jeroglíficos luvitas eran también usuales en Anatolia sudoriental Ahora bien, puesto que es muy plausible que los tjeker fuesen troyanos, al menos una parte de ellos buscó refugio en Canaán después de la destrucción de la ciudad. Sus agresores tuvieron que haber sido los micénicos, teniendo en cuenta que este pueblo conquistó Chipre y otras regiones costeras por las mismas fechas. La gran inscripción de Ramsés III nombra el territorio de Arzawa entre los países devastados (de acuerdo con una mayoría de traductores). Según las fuentes hititas, Arzawa era una extensa área de Anatolia occidental, pero quizás Troya no estaba incluida en ella. No obstante, el conocimiento egipcio de la geografía anatolia podía ser menos preciso que el de los hititas. Para concluir este análisis de los Pueblos del Mar involucrados en la guerra de Ramsés III, es necesario hacer también referencia a los otros pueblos de la coalición: los weshesh, los shekelesh, y los sherden citados en el Papiro Harris. Con referencia al primer pueblo, es difícil saber si están específicamente representados en los relieves egipcios. Hay estudiosos que los han relacionado con Caria, refiriéndose a la ciudad costera de "Iassos".[88] Sin embargo, podían haber sido también sirios occidentales, pues una denominación egipcia para los sirios es "shashu", de algún modo parecida a (we)shesh, y la costa del norte de Siria fue también asolada durante la crisis (Ugarit y otros lugares). Pero, desde luego, la última identificación es sólo una hipótesis que tiene que ser corroborada con nuevos datos.[89] Ahora bien, los shekelesh tienen un aspecto similar al de los teresh (probablemente lidios),[90] por lo que pienso que tenían su origen en el río Shekha o Shekhariya, un nombre hitita para el Hermo, entre otros ríos (el topónimo es bastante parecido al término shekelesh o shekeresh).[91] Esta región estaba localizada en Lidia (Arzawa), que es también una tierra devastada mencionada por la inscripción. Los sherden venían de la misma zona geográfica (tal vez de Sardes). Y es plausible que algunos grupos de sherden y shekelesh se establecieran en Cerdeña y Sicilia, respectivamente, dando nombre a aquellas islas.[92] Así pues, a pesar del hecho de que los pueblos de Arzawa se habían aliado con los micénicos en tiempos de Merneptah (ca. 1230 a C) con el fin de atacar Chipre y Egipto, podemos suponer que algunos de ellos cambiaron de bando después y se unieron a una liga troyana o hitita. 8. La gran crisis de 1200
a C En vista de todos los datos estudiados, es necesario considerar los graves conflictos de la Edad del Bronce Reciente como una gran conflagración en los países del nordeste del Mediterráneo, que causó violentas emigraciones hacia Egipto y los territorios cercanos. Es entonces posible hacer una reconstrucción general de los acontecimientos históricos. El origen de la crisis debió de ocurrir hacia 1240 a C, cuando los hititas perdieron el control de las minas de cobre localizadas al este de Anatolia. Este área fue finalmente dominada por los asirios durante el reinado de Tukulti-Ninurta I, gracias a su victoria en las fronteras de Hatti.[93] Con el fin de enfrentarse a esta situación, la reacción del rey hitita Tudhaliya IV fue doble. Por un lado, se aseguró el suministro de cobre apoderándose de la isla de Chipre, rica en este metal. Un documento hitita posterior, de la época de Shuppiluliuma II, hace referencia a esa conquista por parte de Tudhaliya IV,[94] hecha seguramente con la ayuda de sus vasallos costeros. Y por otro lado, estableció un embargo mercantil contra Asiria, el cual es bien conocido por el tratado acordado con el rey Shaushgamuwa de Amurru. En el último documento, el gobernante sirio es también instado a bloquear el comercio con los barcos de Ahhiyawa.[95] Los ahhiyawa eran aqueos, ya fuesen todos los micénicos o solamente los de una región colonizada por ellos en las costas de Anatolia suroccidental y las islas vecinas.[96] Si Tudhaliya IV consideraba a los micénicos como enemigos, es deducible que también prohibiese a otros pueblos costeros, vasallos suyos, comerciar con los aqueos. El embargo fue efectivo desde la dominación de Chipre por los hititas, porque esta isla articulaba la ruta de navegación del este. Ello explica la temporal escasez de cerámica importada desde Grecia, que ocurrió en Chipre y las costas adyacentes durante las últimas décadas del siglo XIII a C.[97] La buena cerámica micénica IIIB:2 fue sustituida por una secuela de menos calidad, llamada habitualmente "estilo rudo".[98] De acuerdo con Immerwahr, ésta es claramente una alfarería de imitación, fabricada localmente en las regiones levantinas por artistas que no eran micénicos.[99] El nuevo estilo fue creado seguramente para satisfacer la demanda oriental de cerámica micénica durante los años del bloqueo, ya que apareció en el Levante y Chipre en la segunda mitad del siglo XIII a C, justamente durante el reinado de Tudhaliya IV.[100] Así pues, en las últimas décadas del siglo XIII a C, las rutas de navegación se volvieron inseguras, y los griegos micénicos debieron de entrar en un periodo de decadencia, pues hasta entonces, habían basado su crecimiento en el comercio.[101] Es más, probablemente tuvieron algunas dificultades para importar cobre, habitualmente suministrado por Chipre. Las guerras internas comenzaron a tener lugar en Grecia, como consecuencia de la crisis general de su sistema. Algunos palacios fueron fortificados, pero así todo, diversos asentamientos micénicos sufrieron destrucciones,[102] que pueden ser datadas entre 1240 a C y 1210 a C. De hecho, estos problemas llevaron a un cambio de la genuina cerámica micénica, del estilo IIIB al IIIC. A pesar de los conflictos, hubo ciudades en Grecia que continuaron existiendo en el periodo IIIC:1, como Micenas y Tirinto. La ciudad de Pilos, en cambio, fue completamente destruida. Orcómenos y Gla quedaron deshabitadas durante el Micénico IIIC, y varios asentamientos más pequeños fueron abandonados por sus habitantes, quienes emigraron a otras regiones. Después de la transición hacia el Micénico IIIC:1, no se produjeron más destrucciones, y pudo haber un periodo más estabilizado hasta el colapso final de la civilización micénica en la segunda mitad del siglo XII a C.[103] Al mismo tiempo (finales del siglo XIII a C), algunos contingentes micénicos participaron en grandes expediciones piráticas, como respuesta a la ruptura de su red comercial. Me refiero al primer intento de invadir Chipre, realizado por los "ahhiyawa" en alianza con el rebelde anatolio llamado Madduwatta y los pueblos de Arzawa, seguido del ataque sobre Egipto en la época de Merneptah (ca. 1230 a C), probablemente producido por la misma coalición, reforzada por los libios. El controvertido texto de Madduwatta, concerniente a sus agresiones contra los hititas, debe haber sido escrito en tiempos de Arnuwanda III (hijo de Tudhaliya IV), porque en este documento, el rey hitita manifiesta que Alashiya le pertenece. Además, una persona llamada Mukshush es nombrada en el texto, y ya veremos que pudo haber vivido por esa época.[104] Parece ser que los micénicos estaban intentando burlar el bloqueo hitita, ya que posiblemente se establecieron en la ciudad cananea de Tell Abu Hawam, donde ha sido hallada auténtica cerámica micénica.[105] Sin embargo, los hititas reconquistaron Chipre muy pronto, probablemente a principios del reinado de Shuppiluliuma II, quien estaba orgulloso de haber vencido a una flota procedente de Alashiya (no constituida necesariamente por barcos chipriotas) justo antes de invadir la isla. También había ocupado el territorio costero de Tarhuntassa, en Anatolia meridional.[106] Pero los hechos decisivos de la gran crisis en el Mediterráneo oriental ocurrieron durante el cambio de siglo. En esa época, los habitantes de Grecia pudieron haber resuelto temporalmente sus enfrentamientos internos, y emprendieron una campaña con el fin de recuperar el control sobre sus principales rutas comerciales. Uno de sus objetivos era de nuevo Chipre, dominada por los hititas y sus vasallos, pero su ocupación requería también la conquista de las costas continentales vecinas. El otro tuvo que ser Troya o Ilios (Wilusha[107]), una ciudad que pudo haber caído bajo alguna forma de sometimiento hitita,[108] y que era la llave para comerciar con el mar Negro. La conocida correspondencia entre el rey de Ugarit y el gobernante de Chipre, ambos vasallos de Hatti,[109] en la cual temen la llegada de una flota hostil, sólo puede referirse a los aqueos. Éstos pudieron empezar la invasión de la isla desde el oeste, con un primer asentamiento en Maa-Palaeokastro,[110] y después lograron conquistar la isla alrededor de 1200 a C, ya que la cerámica que apareció en las principales ciudades (Enkomi, Kitión, Sinda) después de su destrucción, es auténtica cerámica micénica IIIC:1, y los nuevos edificios son de estilo micénico.[111] De hecho, el proceso llamado por Karageorghis "helenización de la isla" comenzó justo en este momento.[112] Para asegurar su control, los aqueos atacaron también Tarso (donde probablemente se establecieron),[113] y Ugarit (que no fue reedificada tras su destrucción).[114] Por lo tanto, tuvieron que dominar las regiones de Pisidia, Cilicia y Siria noroccidental (habitadas por los peleset, denyen y quizás weshesh). Igualmente sitiaron y finalmente incendiaron la ciudad de Troya en su nivel arqueológico VIIa, como fue evocado por la tradición griega, enfrentándose a los tjeker y probablemente a otros pueblos de Arzawa (shekelesh y sherden). Con el fin de conseguir todos estos objetivos, tuvieron que movilizar un gran ejército, aunque no es probable que actuasen solos. Hubo un pueblo a quienes los anales asirios llamaban mushki y localizaron, en siglos posteriores, en el área cilicia del Taurus y en los cursos más altos de los ríos Tigris y Éufrates.[115] Por otro lado, la inscripción bilingüe descubierta en Karatepe (del siglo VIII a C), registraba a esa persona llamada Mukshush (en luvita) y Mps (en fenicio), quien fundó la ciudad cilicia de Beit Mopsu. Esta información está estrechamente relacionada con la tradición griega, que cuenta como el adivino lidio llamado Mopso (probable epónimo de los mushki) se unió a Anfíloco, de origen heleno, inmediatamente después de la caída de Troya, y condujeron a su gente a las tierras de Pisidia (o Panfilia), Cilicia y Siria. Mopso y Anfíloco fundaron, entre otras muchas, la ciudad de Mopsuhestia en Cilicia (llamada Beit Mopsu en la inscripción).[116] De todos estos datos, se deduce que los mushki acompañaron a los micénicos en su invasión de Anatolia meridional y Siria septentrional. Ahora bien, cuando los asirios mencionaban a los mushki, especialmente en los anales de los siglos VIII y VII a C, se referían normalmente a los frigios. Los mushki debieron ser un pueblo de origen tracio, emparentado con los frigios, que ya estaba infiltrado en Anatolia occidental a fines del siglo XIII a C, y que debió haberse unido a los aqueos en contra de los hititas y sus aliados.[117] El imperio hitita cayó en el mismo periodo con la destrucción de sus principales asentamientos, incluyendo Hattusha, la capital. Sobre sus ruinas se establecieron finalmente los frigios, si bien lo hicieron algún tiempo después de la destrucción. Por lo tanto, es también probable que los atacantes fuesen los kashka, tradicionales enemigos de los hititas asentados al sudeste del mar Negro.[118] Según esto, un ejército hitita fue probablemente derrotado por aqueos y mushki, permitiendo que los kashka y tal vez otro pueblo (los frigios o los mushki) invadieran las tierras centrales de Anatolia. Finalmente, todas estas invasiones y destrucciones causaron una considerable oleada de refugiados, los cuales se agruparon en un campamento en la región de Amurru (Siria). Como ya ha sido explicado, los Pueblos del Mar derrotados iniciaron su emigración hacia el sur. Algún contingente pudo haber navegado a la tierra de los libios, animándoles a enfrentarse con Egipto, al mismo tiempo que la parte principal de la coalición conquistaba territorios en Canaán. Finalmente, estos invasores inmigrantes atacaron también el Delta del Nilo, con el fin de debilitar la resistencia egipcia a su establecimiento en tierras controladas por el faraón. Después de la segunda guerra libia, los egipcios atacaron (una o más veces) a los Pueblos del Mar que se habían infiltrado en el Levante, intentando restaurar las fronteras del norte pero siendo incapaces, sin embargo, de evitar su asentamiento en Palestina. Esta cadena de conflictos alteró completamente el desarrollo de los países del Mediterráneo oriental, y causó el inicio de su transición desde la Edad de Bronce a la Edad de Hierro. 9.
El fundamento histórico de la Guerra de Troya De todos los acontecimientos narrados, hay un episodio más significativo que ha sido el tema central de la Ilíada homérica, considerada como la obra más antigua de la literatura europea. Me estoy refiriendo al legendario sitio de Troya. A pesar del descubrimiento de sus ruinas por Schliemann, quien fue guiado por Calvert,[119] y de la investigación arqueológica encabezada por Blegen, la historicidad de este mito ha sido considerada dudosa, siguiendo la posición crítica de Finley.[120] La contribución de Page, sin embargo, fue la de proponer un aproximado contexto histórico para el conflicto troyano.[121] La gran inscripción del segundo pilono en Medinet Habu, correctamente interpretada, es un documento que prueba que la leyenda griega está basada en una realidad histórica. Si los llamados en el texto "norteños en su islas" son los aqueos o micénicos, y se dice que atacaron Chipre (como indudablemente ocurrió), y varias regiones anatolias (incluyendo Asia Menor occidental); si además, Troya fue tomada y destruida en el mismo periodo, y el nombre de uno de los pueblos derrotados, mencionados en la inscripción, es prácticamente idéntico al de los teucros (o troyanos), el fundamento histórico de la Guerra de Troya debería estar fuera de cuestión. No obstante, esta evidencia no significa que todo el relato ha de ser auténtico. Por supuesto, puede haber una considerable parte de ficción en él (por ejemplo, no es probable que el conflicto fuese causado por el rapto de una reina llamada Helena, quien parece ser un símbolo poético de la nación helénica). Pero ciertamente, la famosa leyenda ayudó a los antiguos griegos a recordar la gran conflagración producida en Anatolia al final de la Edad de Bronce. También es importante recalcar que el acontecimiento básico fue considerado histórico por los autores antiguos. Quizás la fuente más interesante sea la obra del historiador egipcio Manetón, titulada Aegyptiaca, donde está escrito que la caída de Troya ocurrió durante el último reinado de la XIX Dinastía.[122] Y eso fue en la última década del siglo XIII a C, de acuerdo con la cronología egipcia de la tercera edición de la CAH. Como hemos visto, la datación arqueológica y contextual del final de Troya VIIa es notablemente similar. Por tanto, la tradición mítica griega puede ser usada como una fuente auxiliar para el conocimiento del pasado, aunque cuente los acontecimientos en un estilo diferente al utilizado por un historiador moderno. De hecho, los paralelos entre la crisis de 1200 a C y los sucesos narrados por las leyendas griegas son numerosos. En primer lugar, los autores clásicos contaron que una generación antes del sitio de Troya (unos 25 años), hubo algunas guerras en Grecia, como la primera invasión del Peloponeso liderada por los hijos de Heracles, la cual fue finalmente rechazada.[123] Ya hemos visto que, a finales del siglo XIII a C, la mayoría de las ciudades micénicas sufrieron destrucciones. Con respecto a la expedición contra Troya, este hecho es presentado como un gran conflicto en el cual numerosas fuerzas griegas tomaron parte, asolando también otras ciudades de Asia Menor. Los enemigos no eran solamente los troyanos, sino también una alianza de pueblos costeros de Anatolia (luego eran Pueblos del Mar). Después del saqueo de la ciudad, algunos héroes griegos como el rey Agapenor de Arcadia, Demofón el ateniense o Teucro, el hermano de Áyax, se establecieron en Chipre (la isla que fue ocupada por los micénicos).[124] Y con referencia a la historia de los adivinos Mopso y Anfíloco, citada anteriormente, hay otro interesante detalle. Una leyenda lidia cuenta que la diosa Derceto o Atergata, adorada por los filisteos y sirios, fue castigada por Moxo (o Mopso), quien la arrojó a un lago de Ascalón.[125] Luego los mushki, aliados con los aqueos, desalojaron a los filisteos de su patria forzándolos a emigrar a Palestina. Otros mitos cuentan que dos o tres generaciones después de la Guerra de Troya, los Heráclidas regresaron en otra exitosa invasión del Peloponeso,[126] y es verdad, al menos, que en la segunda mitad del siglo XII a C, las principales ciudades micénicas de Grecia fueron finalmente destruidas o abandonadas.[127] A pesar de todo, las conquistas alcanzadas por los aqueos, en la decadencia de su civilización, permitieron a un considerable número de inmigrantes helenos establecerse, desde el periodo micénico tardío, en las costas de Asia Menor.[128] 10.
La cerámica filistea En este último epígrafe, he de hacer algunas consideraciones sobre la llamada cerámica filistea. Como es bien sabido, este especial estilo fue un híbrido entre ciertas formas relacionadas con el Micénico IIIC:1b, estilo "cerrado" (aunque su calidad no es tan alta), y otros rasgos levantinos (como la arcilla utilizada y la pintura mate).[129] El característico motivo a base de pájaros debe ser una evolución de algunas formas pictóricas nacidas en la koiné levanto-micénica o cipro-micénica de los siglos XIV y XIII a C.[130] Por otro lado, el estilo Micénico IIIC:1b también utilizaba decoraciones pictóricas, basadas en los mismos modelos primitivos. Si tenemos en cuenta que la cerámica filistea es un estilo derivado de la cerámica micénica, y producido por gentes que no eran micénicas, pienso que podría ser perfectamente considerado, al menos en su origen, una cerámica de imitación comparable con el Estilo Rudo, aunque posteriormente se convirtiese en un estilo diferente. Creo que la clave de su aparición puede encontrarse en el asentamiento de Ashdod. Como ha sido sugerido por M. Dothan,[131] esta ciudad pudo haber sido conquistada por la primera oleada de Pueblos del Mar, la cual atacó Egipto en la época de Merneptah e incluía a los ekwesh, aliados con los sherden y shekelesh. Así pues, no es extraño que, después de la destrucción del estrato XIV, hubiese una primera fase llamada XIIIb con genuina cerámica micénica. El siguiente nivel XIIIa muestra la llegada de los filisteos, en una nueva invasión a la que también se unieron los shekelesh y quizás los sherden. Alguna cerámica micénica IIIC fue encontrada en él (posiblemente perteneciente a los Pueblos del Mar previamente establecidos), junto a la específica cerámica filistea. Finalmente, el estrato XII es una ciudad claramente agrandada por los filisteos. Creo que esas similitudes, entre la cerámica filistea y la cerámica micénica IIIC1:b, pudieron derivar directamente de la imitación por parte de los filisteos de las formas micénicas encontradas en Ashdod (y tal vez en otros lugares de Palestina). Probablemente, el estilo Micénico IIIC era ya apreciado en los mercados orientales por ese tiempo. La posterior falta de contactos, entre los filisteos y la nueva koiné cipro-micénica del siglo XII a C, hizo que la cerámica de este pueblo desterrado evolucionase al margen de sus modelos.
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Strobel 1976, 177. [3]
Breasted 1988, 3:§491; Wainwright 1962, 93. [4]
Faulkner 1975, 226; Sandars 1978, 50; Wainwright 1962, 93. [5]
Breasted 1988, 3:§579. [6]
Breasted 1988, 4:§§403-404; Sandars 1978, 158. [7]
Breasted 1988, 4:§§35-135.
[8]
Breasted 1988, 3:§569. [9]
Breasted 1988, 3:§579. [10]
Faulkner 1975, 232-233. [11]
Barnett 1975, 367; Sandars 1978, 157; Strobel 1976, 182-190;
Wainwright 1961, 89. [12]
Wainwright 1961, 72; Vermeule 1964, 271; Bryce 1992, 129-130; Hawkins
1998, 1. [13]
Strobel 1976, 190-201. [14]
Wainwright 1961, 84, 90. [15]
Sandars 1978, 107, 157; Vermeule 1964, 272; Wainwright 1961, 73. [16]
Breasted 1988, 3:§588. [17]
Breasted 1988, 3:§580. [18]
Barnett 1975, 363; Gurney 1975, 38; Güterbock 1983, 136-138. [19]
Forrer 1932, 53; Vermeule 1964, 272; Güterbock 1983, 138; Mellink
1983, 141; Hawkins 1998, 30-31; Niemeier 1999, 141-155. See also
Mountjoy 1998, who has located the settlements of the Ahhiyawa
mentioned by the Hittite sources in an area of southwestern Anatolia
and the eastern Aegean, establishing definitely their close
relationship with the Mycenaeans.
[20]
Güterbock 1967. The land of Arzawa included Lydia and Caria,
according to Mellaart 1982.
[21]
See the reference to the Madduwatta text (KUB XIV 1 + KBo XIX 38) in Güterbock
1983, 133-136, and some commentary in Güterbock 1967, 80. The high
datation is accepted by Hawkins 1998, 25, and Bryce 1998, 140-147,
414-415. But according to this document, the actions of Madduwatta, a
rebel Arzawan ruler, involved the Hittite land of Pitassa (see Barnett
1975, 363), which is cited in the inscription of Merneptah. [22]
Breasted 1988, 4:§§35-135, §§397-412. [23]
Breasted 1988, 4:§64; Pritchard 1969, 262. [24]
Güterbock (1967) explains the correct translation of the Hittite text
KBo XII 38. The letters RS L.1 and RS 20.238, from Ras Shamra, are
translated in Sandars 1978, 142-143. [25]
Breasted 1988, 4:§§35-135. [26]
Sandars 1978, 35, fig. 13. [27]
Sandars 1978, 160, figs. 112, 132, 200. [28]
Nelson and Hölscher 1931, fig. 21. [29]
Sandars 1978, 124, fig. 77. [30]
Breasted 1988, 4:§52. [31]
Sandars 1978, 114-115. [32]
Wainwright 1962, 93-94, 99. [33]
Breasted 1988, 4:§405. [34]
Breasted 1988, 4:§85. [35]
Breasted 1988, 4:§77. [36]
Breasted 1988, 4:§44. [37]
Dothan 1982, 295-296; 1998, 151-152.
[38]
Breasted 1988, 4:§64. See a copy of the original hieroglyphic
inscription in Kitchen 1983, 37-43. [39]
Faulkner 1975, 242; Stubbings 1975, 340; Baurain 1984, 258-388; Mégalomatis
1996, 813-814; O’Connor 2000, 95. The historical reconstructions
made by all these authors are based on the most frequent
interpretation of the Egyptian record. [40]
Bittel 1970, 131-133. [41]
Barnett 1975, 370. [42]
Woolley and Barnett 1978, 224. [43]
Pritchard 1969, 262; Edgerton and Wilson 1936,
53, 106-109. [44]
Catling 1975, 209; Karageorghis 1965, 293. [45]
Nelson and Hölscher (1929, 3-4) considered the crisis as the end of a
chain of migrations, which started, a long time ago, with an invasion
wave from the Balkans, and continued
with the Achaian conquest of Crete. Thereafter, invaders from
Europe fell into Anatolia forcing some elements of the older
populations to leave their homes. And finally, both newcomers and
vanquished reached the shores of Africa. Referring to the year 8 of
Ramesses III, they clearly think that the invaders of Palestine were
dislodged from southern Anatolia by the European newcomers. Pritchard
(1969, 262-263) explains, with less precision, the same general idea.
See also Sandars 1978, 197-202. In her conclusions, the latter author
expresses her difficulties to make a clear reconstruction of the
crisis. But she suggests, as a possibility, that the invaders of the
Egyptian borders moved from Anatolia, Cyprus and northern Syria,
because they were harassed by other Sea Peoples, some of them setting
off from Aegean ports. [46]
Breasted 1988, 4:§§115-116. [47]
Sandars 1978, fig. 68. [48]
Breasted 1988, 4:§129. [49]
Gurney (1975, 39) wrote: "the Hittites with other peoples fled
into Syria in a great invasion which, in conjunction with the Peoples
of the Sea, menaced Egypt." [50]
Sandars 1978, 35. [51]
Dothan 1982, 5, figs 1-3; Sandars 1978, 131; Wainwright 1961, 74. [52]
Catling 1975, 242; Mégalomatis 1996, 811; Stubbings 1975, 340. These
three authors identify the Denyen of the inscription as Danaans or
Danaoi, referring clearly to Mycenaean Greeks, not to the Anatolian
people settled in Adana. [53]
Mégalomatis (1996, 813) considers that the Philistines were Pelasgian,
coming from the Greek Mainland. [54]
Sandars 1978, fig. 119. [55]
Dothan 1998, 151-152. See also Stager 1993, 103-112. [56]
Dothan 1982, 96; Furumark 1972, 118-120. [57]
Barnett 1975, 373-374; Dothan 1982, 160-172, 292; Sandars 1978, 166. [58]
Gunneweg et al. (1986, 17-27) proved the local origin of the
Philistine pottery basing on NAA (neutron activation analysis). [59]
Barako 2000, 515-516; Dothan 1982, 289. [60]
With regard to these styles of Mycenaean pottery (Pictorial and
Levantine), see Karageorghis 1965, 201-229. [61]
Wainwright (1961, 77-80) argued that the Philistines had their
original settlement at the Calycadnus River in western Cilicia, but
this is also the boundary between Cilicia and Pisidia. See the
location of Hapalla (to the east of Arzawa) in Mellaart 1982.
[62]
Gen. 10, 14. [63]
Jer. 47, 5. [64]
Graves (1990, 1:292) compiled a Greek tradition on a Minoan
colonization in western Anatolia, land originally occupied by a people
called Anactorians, who were ruled by "the giant" Anax. [65]
Barako 2000, 523; Dothan 1998, 156-157. [66]
Blegen 1963, 64-66. [67]
Sandars 1978, 161-162. [68]
Barnett 1975, 365; Gurney 1975, 42-43; Sandars 1978, 162. [69]
See the note 52 in this work. [70]
See a compilation of the myth in Graves 1990, 1:200-203. [71]
Astour 1967, 1-80. [72]
Bernal 1987, 2:20-98; Stubbings 1973, 633-638. [73]
Mellink 1983, 141. With regard to the Mycenaean pottery at Tarsus, see
French 1975, 53-73. [74]
Yadin 1965, 19-23. [75]
Gurney 1975, 43. [76]
Sandars 1978, 155. [77]
Wainwright 1961, 76; Strobel
1976, 48-54; Sandars 1978, 158, 170, 201; Mégalomatis 1996, 811. [78]
Sandars 1978, 36; Breasted 1988, 3:§306. [79]
Goedicke 1975. [80]
Barako 2000, 524. See the archaeological data of Tel Dor in Stern
1998, 346-349, and Wolff 1998, 777-779 ("Tel Dor" section by
E. Stern et al.) [81]
Blegen 1963, 161-162; Korfmann 1996, 30-64, and 1998, 35-70. [82]
Blegen 1963, 165, 171. [83]
Mountjoy 1998, 53. [84]
Blegen 1963, 167-171. [85]
Mountjoy 1998, 46, table I. See also Mountjoy 1999, 297-321,
especially 300-301 and table 1. [86]
Stubbings 1975, 350; Vermeule 1964, 270, 277-278. [87]
Hawkins and Easton 1996, 111-118. [88]
Barnett 1975, 377; Strobel 1976, 208. [89]
There is a wall relief at Medinet Habu, relative to the last campaigns
of Ramesses III, which shows a Syrian captive wearing the usual skirt
of the Sea Peoples (see Sandars 1978, fig. 93), and I have wondered if
it could represent a Weshesh warrior, as it is not possible to
identify him as a member of any other People of the Sea. [90]
Barnett 1975, 367; Wainwright 1961, 84. Both authors make reference to
the head-clothes used by the Sea Peoples, shown in Nelson and Hölscher
1931, fig. 4. [91]
See the Seha River Land in Mountjoy 1998,
fig. 7. See also Hawkins 1998, 23-24,
fig. 11. [92]
Barnett 1975, 368-369; Strobel 1976, 190-201. [93]
Munn–Rankin 1975, 285. [94]
The text KBo XII 38 is translated in Güterbock 1967, 73-81. [95]
Güterbock 1983, 136. This author comments the text KUB XXIII 1. See
also Cline 1991, 1-9, and Stubbings 1975, 340. [96]
Ahhiyawa must have been the Hittite word that meant Achaians in
general. Thus, depending on the context of each document, the Hittites
can refer to the Greek Mainland (i.e. the great kingdom of Ahhiyawa),
the Mycenaean colonies in Anatolia, or even both lands. [97]
Cline 1991, 1-9; Mellink 1983, 140-141; Stubbings 1975, 338-341. [98]
Karageorghis 1965, 231, 234-257; Sandars 1978, 153. [99]
Immerwahr 1956, 140. The existence of imitation wares has been also
argued by Sherratt 1998, 294-296. [100]
The chronology of the reign of Tudhaliya IV might have been
1265-1235 B.C. (if we consider that the year 8 of Ramesses III was
1190 B.C.). Karageorghis (1965, 257) thinks that the Rude Style
appeared in the decade 1250-1240 B.C. [101]
Stubbings 1975, 338; Vermeule 1964, 271. [102]
Stubbings 1975, 350-353; Vermeule 1964, 323-325. [103]
Vermeule 1964, 270, 301-302, 323-325. [104]
Barnett 1975, 363-364; Gurney 1975, 38, 52; Güterbock 1967, 80. [105]
Stubbings 1975, 338-339. I have the hypothesis that the Mycenaeans who
attacked Egypt in the year 5 of Merneptah (the Ekwesh), were
circumcised because they might have lived some kind of brotherhood
with Canaanite people in the Levant, just before sailing to Libya. [106]
Güterbock 1967, 80; Bryce 1998, 364-366. [107]
The Hittite name Wilusha has been equated with Troy and the Troad by
Starke (1997, 447-487). See also Hawkins 1998, 23, fig. 11, and
Niemeier 1999, 143. [108]
The Hittite King Muwatalli II concluded a treaty with Alakshandu,
ruler of Wilusha (see Bryce 1998, 246-248), and during the time of
Tudhaliya IV, the Trojan kingdom appears to be a vassal of the
Hittites, as this monarch sent some documents in order to restore a
deposed king called Walmu to his throne of Wilusha (see the Milawata
letter, KUB XIX 55 + KUB XLVIII 90, in Bryce 1998, 341-342). [109]
The letters from Ras Shamra are translated in Sandars 1978,
142-143. [110]
Karageorghis 1990, 103. [111]
Barnett 1975, 370; Dothan 1982, 292; Vermeule 1964, 302. [112]
Karageorghis 1990, 103-107. [113]
Sandars (1978, 155) believes that most of those aggressors came from
Rhodes and Kos, and Vermeule (1964, 302) clearly identifies them as
Mycenaeans. The Myc IIIC pottery found at Tarsus is explained by
French (1975, 53-75). [114]
With regard to the end of Ugarit, see Yon 1992,
111-121. The destroyers of Ras Shamra must have been the same
people that conquered Cyprus, according to the Ugaritic sources. The
city was not rebuilt, but at the nearby royal residence of Ras Ibn
Hani, a group of settlers with Myc III:C1b pottery reoccupied the site.
This pottery has clear stylistic affinities to the Mycenaean wares of
Greece and Cyprus (see Barako 2000, 521-522, reading also his footnote
65). [115]
Bittel
1970, 133-136. [116]
Barnett 1975, 363-366; Sandars 1978, 162; Stubbings 1975, 355. [117]
I think that Madduwatta lived in the age of the last kings of Hatti.
As the text of Madduwatta makes reference to Mukshush, a chief who
participated in his raids (see Barnett 1975, 363), it is possible that
Madduwatta had ruled, among other nations, the people whom the
Assyrians later called Mushki (that is, the followers of Mopsus-Mukshush).
However, it is remarkable that another mythical hero named Mopsus was
a king of the Thracians, according to Diodorus Siculus (see Graves
1990, 2:129).
[118]
Bittel
1970, 134-139. The successors of the Hittites in central Anatolia have
been studied by Bryce 1998, 386-389, basing on several documents
written after the fall of Hattusha. [119]
Allen 1995, 379-380. [120]
Finley 1977, 180-217 (See the appendix II of his book). See also
Finley et al. 1964, 1-20. [121]
Page 1959; Finley et al. 1964. For other approaches to the "Trojan
question", see also Easton 1985, 188-195; Mellink 1986, 97-101;
Hiller 1991, 145-154; Bryce 1998, 392-404.
[122]
See the paragraph relative to the 19th Dynasty in the Epitome of this
classical work. The reign of the Pharaoh called "Thuoris"
can be equated with the age of Siptah or, more accurately, with the
rule of his step-mother, the Queen Twosret. [123]
See a compilation of this myth in Graves 1990, 2:207-208. [124]
See a compilation of the epical Trojan War in Graves 1990, 2:268-354. [125]
Noël (1991, 1:181, 2:913) compiled in his dictionary of myths (Atergata
and Mopso.6) this legend originally narrated by the Lydian historian
Xanthus. See also Graves 1990, 1:302. [126]
See
a compilation in Graves 1990, 2:209-210. [127]
Some archaeological signs of a plausible invasion from the northwest
of Greece have been studied by Hammond (1972, 405-407). However, a
debate over the Dorian invasion still remains at present. See also
Drews 1988, 203-225. [128]
Boardman
1964, 39-56. [129]
Dothan 1982, 96; Furumark 1972, 118-121; Sandars 1978, 166-167. [130]
Furumark 1972, 119; Karageorghis 1965, 203-224. [131]
(Dothan 1971) is cited by Sandars (1978, 170-171), who summarizes the
archaeological data studied by the excavator in Ashdod. See also
Dothan 1982, 295.
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