LOS COLOSOS DE MEMNON
A consecuencia del terremoto del año 27 a.C., como refiere Estrabón (véase Estrabón, Geografía, XVIII, 1, 46), el coloso del norte se derrumbó parcialmente. A partir de entonces, por la mañana, tenía lugar un fenómeno extraordinario; debido al calor de los rayos solares y a la humedad de la noche, la estatua emitía sonidos que, según Pausanías, parecían una cítara. Los antiguos griegos buscaron una explicación en la historia legendaria que Homero escribió sobre Memnón, el hijo de Eos (Aurora) y luego reapareció en Tebas como estatua y todas as mañanas profería lamentaciones al ver a su madre ascendiendo en los cielo. Este fenómeno, que adquirió mucho fama en la antigüedad y atraía visitantes de todas las partes de la región (como demuestran las numerosas firmas e inscripciones griegas y romanas que aparecen en el pedestal y los pies de la estatua), cesó después de las obras de restauración que se hicieron por orden del emperador Septimio Severo a finales del siglo II d.C. |