INVESTIGADORES ESPA�OLES EN EL ANTIGUO EGIPTO

 

Por Teresa Bedman

Madrid, 1996.

 

            Espa�a, se sumar� tarde al mundo de la egiptolog�a. Este desinter�s inicial, hay que entenderlo bajo las circunstancias socio-pol�ticas que se estaban viviendo: una crisis econ�mica provocada por la independencia de las colonias americanas que da al traste con una econom�a ya precaria en s� misma, que sumerge a la sociedad espa�ola en un vac�o pol�tico, dando pie para que en 1.808, Espa�a fuese invadida por Francia

            Por este condicionante entre muchos otros, cuando Vivant Denon publica en Par�s en 1.802 su obra "El viaje al Bajo y Alto Egipto durante las campa�as del General Bonaparte", la repercusi�n en Espa�a, fue m�nima. Pero esto no quiere decir que el "descubrimiento" de la civilizaci�n fara�nica no interesase, pues ya, desde el siglo XVIII, cont�bamos con las publicaciones de viajeros y estudiosos espa�oles que se suman a la subyugaci�n que provoc� en toda Europa y Am�rica la cultura del pa�s del Nilo ([1]). La egiptolog�a espa�ola, como veremos a continuaci�n, se centr� en un reducido grupo de intelectuales.

            As� pues ,Espa�a tendr� que esperar hasta el a�o 1.884, para descubrir que le hab�a "nacido" el primer egipt�logo. En este a�o, el 17 de Abril de 1.884, lleg� a Alejandr�a el C�nsul General D. Eduardo Toda y G�ell. Este excepcional diplom�tico, en los dos a�os que permanecer� destinado en Egipto, se convertir� en el primer espa�ol que ejerce una actividad egiptol�gica de campo. Toda, que hab�a tenido una formaci�n human�stica, hab�a demostrado desde siempre un vivo inter�s por la historia. Pero fue su condici�n de diplom�tico, unido a su deseo de beber de las propias fuentes de la incipiente egiptolog�a, lo que le ayud�, sin duda, para adentrarse y conocer a los m�s prestigiosos egipt�logos del momento. Pero ser�, la buena amistad que entabl� con Gast�n Maspero y los buenos conocimientos que ya hab�a adquirido sobre la cultura del Antiguo Egipto, la puerta que necesit� Toda para adentrarse de lleno en la egiptolog�a.

            Como un miembro m�s del equipo de Gast�n Maspero, se embarca en el Bulaq y remontan el Nilo hasta Luxor ([2]), donde Maspero hab�a comenzado los trabajos de limpieza de templo. Fue entonces cuando lleg� la noticia, de que en la orilla occidental, en la antigua ciudad obrera de Deir el Medina, se hab�a localizado la entrada de una tumba. Y es entonces cuando Maspero, que no pod�a dejar sus  trabajos en el templo de Luxor, encarga a Toda que se haga cargo de la apertura de dicha tumba. Corr�a el mes de Febrero de 1.886 y se trataba de la tumba de Son Notem (TT1) ([3]). La apertura de esta tumba supuso una enorme conmoci�n, pues para sorpresa de todos, se encontraba intacta. Toda, fue as� mismo comisionado por Maspero para su vaciado y catalogaci�n. Sorprende, sin embargo, que este cometido lo realizase Toda en tan s�lo tres d�as y la posterior catalogaci�n y fotografiado de las piezas,f uese a bordo del Bulaq. Es posible que esta "rapidez" se debiese a que Toda se la acababa el tiempo. Su mandato como C�nsul General exped�a en el mes de Marzo de ese mismo a�o, y este era un regalo de Egipto, demasiado precioso, para  dejarlo inconcluso. El ajuar funerario que Toda encontr� en su tumba se encuentran actualmente repartidas entre la sala XVII del Museo Egipcio de El Cairo, el Museo Arqueol�gico Nacional de Madrid , en la colecci�n egipcia del Museo Balaguer de Vilanova (Barcelona) ([4]), y en Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museo Nacional de Copenhague, el Museo de Berl�n, el Museo Estatal Pushkin de Bellas Artes de Mosc� ([5]), en el Antholopogical Museum of the University of California, el Museo Egipcio de Tur�n y en el propio almac�n de las excavaciones de Deir el Medina.

            Como resultado de los trabajos de campo que  realiz� en Egipto, a Toda le nacer�a la necesidad de crear en Espa�a una publicaci�n permanente que recogiera los frutos de las investigaciones egiptol�gicas espa�olas. Esta serie, se titul� "Estudios Egiptol�gicos" y dentro de la misma, fueron publicados tan solo tres t�tulos, todos ellos de Toda: "Sesostris", Madrid 1.886; "La muerte en el Antiguo Egipto", Madrid 1887; "Son Notem en Tebas, inventario y los textos de un sepulcro egipcio de la XX Dinast�a",Madrid 1887.

            Toda, tambi�n es autor del "Cat�logo de la Colecci�n Egipcia de la Biblioteca-Museo de Balaguer",Vilanova ,1887; "A trav�s de Egipto, Madrid 1889; "Historia del Antiguo Egipto de J.Rawlinson (versi�n espa�ola y ap�ndice sobre los mamisin reales del Museo Bulaq), Madrid 1889; "La d�couverte et l'inventaire du tombeau de Sem-Nezem en Annales du Service des Antiquites de Egypte, 1.920 (adaptaci�n y traducci�n al franc�s, con comentarios de G.Daressy).

            Despu�s de Toda, Espa�a tendr� que esperar hasta 1.960, es decir 74 a�os despu�s, para que la arqueolog�a egiptol�gica espa�ola, encontrase de nuevo su sitio, dentro del marco de la egiptolog�a internacional.

            Pero ser�a injusto y totalmente desacertado, si pens�semos que el inter�s egiptol�gico de nuestros intelectuales, se hubiese perdido en el tiempo. Recordemos, que antes de Toda, el inter�s por la egiptolog�a hab�a prendido en la sociedad espa�ola, si bien es cierto que no lo hizo con la misma fuerza que en los pa�ses de nuestro entorno cultural. La causa de esto quiz�s debi�ramos buscarla, en la falta de  tradici�n de entonces,  y que tambi�n podemos  hacer extensivo a la realidad actual, de la institucionalidad del mecenazgo, que patrocinaban y siguen patrocinando las campa�as arqueol�gicas en Egipto, de alemanes, americanos, franceses e ingleses entre otros, amen de otros recursos econ�micos como son los propios de las universidades. Pero a pesar de tradicional falta de apoyo, los "nuestros",se dedicaron a desarrollar "egiptolog�a de biblioteca", fomentando y enriqueciendo, de este modo, nuestra sobrada trayectoria cultural.

            Por eso -dec�a- ser�a muy injusto si pas�semos por alto, todos los trabajos que en egiptolog�a se realizaron en este per�odo, que si bien responden a trabajos aislados, son en esencia, el resultado de una inquietud egiptol�gica.

            Ya desde el siglo XVIII, contamos con estudios, estudiosos y viajeros, que volvieron sus ojos a las suaves aguas y c�lidas arenas de Egipto. Tenemos como buena prueba de esto, sus an�lisis y conclusiones en su "Historia del Arte de escribir", del Padre Lorenzo Herv�s y Panduro (Madrid) ([6]); "Los Antiguos Egipcios";traducci�n del discurso de Bossuet por el Conde de Friedberg (Zaragoza 1.736); "Compendio de Historia Universal "de D.Julio Sanz del R�o (Madrid 1.853)

            En estos a�os, comienza a brillar con luz propia D. Jos� Ram�n M�lida y Alinari, que a pesar de haberse licenciado en la Escuela Superior de Diplom�tica, siente una profunda afici�n por la historia y la arqueolog�a. Este profundo sentimiento por las letras, le nace a M�lida desde el seno familiar. Pero esta "afici�n" inicial, se convertir� para M�lida en la raz�n de su vida, hasta tal punto que ingres�, como interino sin sueldo, en el Museo Arqueol�gico Nacional de Madrid, convirti�ndose  a�os m�s tarde, en el director del mismo. En el a�o 1.864, D.Jos� Ram�n M�lida, publica la "Religi�n Egipcia" ([7]). En los siguientes a�os, asistimos en Espa�a a una gran inquietud egiptol�gica, que ser� muy fruct�fera, pues se publican unas series de obras de profunda repercusi�n. Este es el caso de la "Historia descriptiva y filos�fica de las religiones" de D. Miguel Morayta (Barcelona,1.871). De nuevo D.Jos� Ram�n M�lida junto a D. Isidoro L�pez, publican en 1.880 una novela de corte hist�rico-arqueol�gico que titulan "El sortilegio de Karnak". En 1.883 se publica tambi�n el "Compendio de Historia Universal", por D. Manuel Sales y Ferr�, en Sevilla; y en 1.884, "La civilizaci�n fara�nica y las razones y medios en cuya virtud se extiende a tantas comarcas", de D.Miguel Morayta ([8]).

            La conmoci�n de la egiptolog�a espa�ola llega en 1.886, como ya he mencionado anteriormente, con la serie de publicaciones de D. Eduardo Toda, como consecuencia de sus trabajos en Egipto y el descubrimiento de la tumba de Sennedyem.

            Tambi�n debemos mencionar, obras como la de la"Biblia y Egiptolog�a" del Padre F�lix Rougier (Barcelona 1.893); "Consideraciones acerca del Derecho Egipcio" de D. Francisco G�mez del Campillo (art�culo publicado en Revista de Legislaci�n y Jurisprudencia, Madrid 1.893).

            Para D. Jos� Ram�n M�lida, sin duda, la egiptolog�a espa�ola estaba arrancando y con fuerza. Con este �nimo sigui� profundizando y publicando. En el a�o 1.897, aparece su "Historia del Arte Egipcio" ([9]), y durante el curso acad�mico de 1.898-99, organiza el primer curso que se da en Espa�a sobre "Historia del Arte Egipcio", en el Ateneo de Madrid ([10]).

            En los a�os sucesivos asistimos a la aparici�n de obras como son: "La escritura egipcia y su trascripci�n Castellana en caracteres Neo-latinos" de D. Manuel Trevi�o y Villa (Madrid,1909) ([11]).

            El reconocimiento de la comunidad intelectual espa�ola, ante los avances egiptol�gicos, se personalizan de nuevo en D. Jos� Ram�n M�lida que en el a�o 1.909, participa como Delegado espa�ol en el II Congreso Internacional de Arqueolog�a que se celebra en El Cairo. Todas estas motivaciones animan a nuestros investigadores a profundizar y a publicar sistem�ticamente sobre Egipto, a pesar que la egiptolog�a en Espa�a estaba destinada a un reducido c�rculo de estudiosos. Gracias a esta labor tenaz, hoy podemos consultar las obras de:"La qu�mica y la Farmacia entre los egipcios" de D. Antonio Mur�a y Valerdi (Barcelona 1.910) ([12]); "La Historia, teor�a y t�cnica Ornamental y decorativa en Egipto" de D.Ricardo Agrasot(Madrid 1.909);"Los egipcios en la antig�edad, de D.J. Cascales y Mu�oz (con pr�logo de D.J. Ram�n M�lida, Barcelona 1.910); "El Sina�", del Padre B. Ubach (Vilanova y la Geltr� 1.913);"Un recuerdo del �ltimo fara�n en el Museo del Prado", de D. Rafael Blanco y Caro (Madrid 1.924) ([13]). En 1.933, con un M�lida ya retirado de su cargo como director del Museo Arqueol�gico Nacional de Madrid, publica, la que ser�a su �ltima obra (muri� en este mismo a�o),"Arqueolog�a cl�sica (Barcelona,1.933).

            Llegar�amos en este punto al comienzo o nacimiento de la egiptolog�a moderna. Precursor de este movimiento ser�a el Padre D. Benito Celada Abad, quien prometi� dedicarse "toda su vida a estudiar egipcio". Le naci� esta  vocaci�n al Padre Celada, tras  largas tertulias con su profesor el tambi�n Padre Colunga. Por este vivo inter�s, Celada ser� enviado a Roma para su formaci�n en lengua jerogl�fica ([14]). Sus profundos estudios ling��sticos, le llevan a entablar amistad con Jaroslav �erny y con Sir Alan Gardiner. Celada se doctorar�a en egiptolog�a en Roma en el Instituto Pontifico B�blico. Regres� a Espa�a y desde 1.941 al 1.945, se dedic�, en la Universidad Complutense de Madrid, a dar clases de Historia y arqueolog�a del Pr�ximo Oriente. Entre los a�os 1.965 al 1.969, pas� a dar clases en el C.S.I.C (Consejo Superior de Investigaciones Cient�ficas de Madrid), fundado por aquel entonces el "Instituto Arias Montano", donde se le encarga las clases de lengua egipcia. Tambien es obra suya la fundaci�n del Instituto de Estudios Orientales y Africanos. Autor de numerosas publicaciones como:"El concepto de Dios en Egipto" (Madrid 1.968);"El Salmo 104, el himno de Amenofis IV y otros documentos egipcios" (Madrid 1.971).

            Pero sin duda, su trabajo m�s preciado sea la formaci�n de una de las primeras bibliotecas de egiptolog�a y coptolog�a que actualmente se encuentra depositada en el Centro de San Esteban de Salamanca.

            Despu�s de toda una vida dedicada a la egiptolog�a, a su estudio y divulgaci�n como hab�a "prometido", el Padre Celada, muri� sin que nadie le reconociese su m�rito ([15]).

            Como hemos visto hasta aqu�, en Espa�a exist�an unos estudios egiptol�gicos muy meritorios. As� pues, cuando en 1.960, la UNESCO lanza una llamada para el salvamento y protecci�n de los monumentos de Nubia, que iban a quedar bajo las aguas de la presa de Asu�n, Espa�a recoge el testigo, cre�ndose para ello el "Comit� Espa�ol para el salvamento de los tesoros arqueol�gicos de Nubia",bajo la direcci�n del Dr. Mart�n Almagro Basch, poni�ndose al lado de la comunidad egiptol�gica internacional.

            Espa�a excavar� tanto en la Nubia sudanesa como egipcia. La primera de una serie de concesiones posteriores, ser� la fortaleza de Sheik Daud, en la proximidades de Tumas, en la Nubia egipcia. En las campa�as de 1.961-64, bajo la direcci�n del Dr.Blanco Caro, se excav� en la Nubia sudanesa, entre las zonas de Mirmad y Nag Sakoli. En 1.962, los profesores Pellicer y Presedo, excavan en una interesante necr�polis de grupo C de Nubia, y en este mismo a�o, tambi�n se excav� en la necr�polis mero�tica de Nag Gam�s, Masm�s, Nag shayeg, Nag el Arab, Argin, todos estos yacimientos en la Nubia sudanesa.

            Tambi�n durante estos a�os, �l "Comit� espa�ol", bajo la direcci�n del Dr. Presedo obtiene la concesi�n para excavar en los yacimientos de las islas de Kasr Ico y Abk Anarti en Sudan.

            Se colabor� tambi�n en los salvamentos de los templos de Rams�s II y Nefertary de Abu Simbel y en el templo de Isis en File. No en vano, en este �ltimo templo, ya otro espa�ol, el Emperador Trajano lo hab�a embellecido.   

            Por todos estos esfuerzos y tan bien, quiz�s, porque desde siempre, entre el pueblo egipcio y el espa�ol, existieron y existen, unos v�nculos de amistad que pesan m�s a la hora de valorar las cuestiones econ�micas y pol�ticas, por todo esto -dec�a-, el d�a 30 de Abril de 1.968 (2 de Safar de 1.388 de la H�gira), el entonces Presidente de la Rep�blica �rabe Unida de Egipto, D.Gamal Abdel Nesser,dict� el decreto n� 589/68, por el que se donaba el Templo de Debod "al Gobierno espa�ol y a su pueblo, en consideraci�n a sus esfuerzos, en la contribuci�n de la salvaguardia de los Templos de Abu Simbel" ([16]).

            El templo de Debod se encontraba situado en la Nubia egipcia  a unos 15 kil�metros al sur de la isla de Fil�. En 1.960, se decidi� que fuese el primero de los templos en desmontarse, pues era el m�s amenazado por las crecidas de las aguas de la presa de Asu�n.  En 1.961, todos su bloques se desmontaron y fueron trasladados a la isla de Elefantina, permaneciendo all�, hasta 1.970, a�o, en el que fue traslado definitivamente a Espa�a. La ubicaci�n final del templo, estuvo lleno de controversias. Se barajaron varios posibles destinos, hasta que definitivamente se pens� que Madrid ser�a el lugar, si no m�s id�neo, s� el m�s visitado por los numerosos turistas tanto nacionales como internacionales que anualmente pasan por la capital de Espa�a. Recordemos que, aunque el Templo de Debod sea propiedad de Espa�a, es ante todo un bien, Patrimonio de la Humanidad. Y as� en el 1.971, comenz� su montaje definitivo en las instalaciones del antiguo Cuartel de la Monta�a del Pr�ncipe Pio, asign�ndose su cuidado y conservaci�n al Ayuntamiento de Madrid.

            En 1.966,cuando se concluyeron las campa�as para el salvamento de los monumentos de Nubia, el Gobierno de Espa�a solicit� a las autoridades egipcias la concesi�n de un yacimiento en Egipto. La Misi�n Espa�ola, dentro de un amplio abanico de posibilidades, crey� que el m�s interesante y el que m�s sorpresas pod�a ofrecer ser�a el de la antigua Herecle�polis Magna (actualmente Ehnasya el Medina). Esta ciudad, que en la antig�edad recibi� el nombre nn nsw o hnn-nsw , fue la capital del XX nomo del Alto Egipto, llamado Naret jentet (n rt hntt) "el �rbol naret meridional" y capital del Bajo Egipto durante la IX y X dinast�a (� 2.200 a.C), en el llamado Primer Per�odo Intermedio. Este yacimiento ya hab�a sido excavado durante las campa�as de 1.881/82 por Naville y en 1.903 por Petrie. Tambi�n la propia O.E.A., hab�a realizado excavaciones en una zona que result� corresponder al per�odo greco-romano. A partir de 1.966, la Misi�n Arqueol�gica Espa�ola, se hace cargo del yacimiento, siendo entonces director de la misma D. Mart�n Almagro Bach (1.966-1.984). La Misi�n Arqueol�gica Espa�ola, est� financiada en su totalidad por el Estado Espa�ol, por medio de la Subdirecci�n General de Monumentos y Arqueolog�a del Ministerio de Cultura, en colaboraci�n con la Direcci�n General de Monumentos y Arqueolog�a del Ministerio de Cultura, y en colaboraci�n tambi�n de la Direcci�n General de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores. A parte del ya mencionado Profesor Mart�n Almagro Bach, han participado en la misma como directores de campo: L�pez, J (1.966-1968);Presedo (1.969-1.979);Fern�ndez, F(1.977). Desde 1.984 y hasta la actualidad, es directora de dicha misi�n la Dra. D�a. Mar�a del Carmen P�rez Die. Como Subdirectores han colaborado: Padr� (1.985);Molinero (1.989);L�pez (1.990). Otros colaboradores de la misi�n, han sido:Baraibar,J (1.988);C�mara, E (1.987);Galera, V(1.989-90);Garralda, D(1.986-87); G�mez Gil, C (1.988); Gonzalvez, L (1.985-86); Hern�ndez, MC (1.987); Latorre, P (1.989-90); L�pez, MJ (1.986-90); Molinero, MA (1.87-90); Mu�oz, A (1.988); N��ez MA (1.985-90); Padr� ,J (1.984-86); Pons, E (1.986-88); Prieto, G (1.984-1988,90); Quesada, F (1.986-89); Ripoll, S (1.985); de la Rosa, R (1.985); S�enz de Santamar�a, E (1.989); S�nchez-Barriga, A (1.985-88); S�nchez Marqu�s, I (1.989-90); S�nchez-Ratia,J (1.984); Sevilla, C (1.989-90);Vernus, P(1.984-90).

            En la campa�a de 1.968, aparecen los primeros hallazgos importantes. El equipo del Profesor D. Jes�s L�pez, localiza la necr�polis de la ciudad correspondiente al nivel de ocupaci�n del Primer Per�odo Intermedio. Se localizan una serie de tumbas donde aparecen una de las primeras versiones de los "Textos de los Sarc�fagos". En las campa�as sucesivas se fueron descubriendo restos que corresponder�an al nivel de ocupaci�n del Imperio Nuevo, Primer Per�odo Intermedio y finales del Imperio Antiguo. En las campa�as de 1.977, el por entonces director de campo D. Fernando Fern�ndez,  saca a la luz, por primera vez, restos que corresponder�an al nivel de ocupaci�n del Tercer Per�odo Intermedio. En esta campa�a, el documento arqueol�gico que se descubre m�s importante, corresponde al dintel de una puerta donde aparece el nombre de un personaje de origen l�bio llamado Osorkon, que ostentaba los t�tulos de Comandante en la Guarnici�n Local y Primer Profeta del Dios Herishef ([17]). Este importante descubrimiento, ha sugerido la hip�tesis de un posible origen Heracleopolitano de los faraones de la Dinast�a XXII.

            No podemos pasar por alto el a�o de 1.986, pues  marcar� un reto dentro de la historia de la Egiptolog�a espa�ola. El 24 de Diciembre de ese a�o, se crea, en la sede del Museo Arqueol�gico Nacional de Madrid, la primera instituci�n espa�ola que se dedica en exclusiva al estudio, defensa y difusi�n de la Egiptolog�a, salvando de este modo, el vac�o universitario existente y que a�n, desgraciadamente, persiste, en la actualidad. En este hist�rico acto, estaban presentes, entre otros: D�a. M� Carmen P�rez Die (Doctora en Egiptolog�a por la Sorbona de Par�s y actual Directora del Museo Arqueol�gico Nacional), que ocup� el cargo de Presidente de la Asociaci�n Espa�ola de Egiptolog�a desde su fundaci�n hasta el a�o 1.989; por D. Francisco Mart�n Valent�n (que desde 1.989 y en la actualidad ocupa el cargo de Presidente de la entidad);D�a. M� Jos� L�pez Grande; D. Fernando Quesada; D. Antonio P�rez Largacha; y un largo etc�tera de nombres hasta diez ([18]).

            Por aquel entonces eran todos simples "aficionados" (a excepci�n de D�a M� Carmen P�rez Die que estaba trabajando en su doctorado en Egiptolog�a), pero con un nexo com�n, de amar y querer profundizar en el mundo de la Egiptolog�a. Muchos de los que entonces firmaron "aquel primer sue�o", hoy se encuentran trabajando e investigando dentro de los departamentos de Historia Antigua de algunas de nuestras universidades, en la espera de la creaci�n de la tan ansiada c�tedra, Otros, sin embargo, se dedicaron a "crear" desde lejos, investigando y profundizando por su cuenta y "doctor�ndose en Egiptolog�a", como lo hac�an los grandes maestros: Davies, Maspero, Petrie...,porque no olvidemos, que la ciencia de la Egiptolog�a, comenz� primero por personas curiosas, deseosas de aprender, comprender y saber de unos hombres que crearon un  sue�o de eternidad. Y que s�lo, cuando este inter�s cristaliz� pas� a ser una  ciencia m�s, del �mbito acad�mico.

            Desde su creaci�n y hasta la actualidad, la Asociaci�n Espa�ola de Egiptolog�a, mantiene cursos estables de Historia de Egipto, As� mismo, imparte anualmente cursos de escritura jerogl�fica a tres niveles, tanto presencialmente como por correspondencia. Colabora permanentemente con las Universidades de Madrid: Complutense, Aut�noma y la de Alcal� de Henares. Con esta �ltima coparticipa en las excavaciones del yacimiento de Tell Ibrahim Awad en el Delta de Egipto. Tambi�n participa con otras instituciones tan prestigiosas y de gran arraigo cultural como el Ateneo de Madrid.

            La labor de difusi�n del mundo fara�nico, que la Asociaci�n Espa�ola de Egiptolog�a viene realizando, cuenta con el apoyo y la colaboraci�n del Gobierno de la Rep�blica �rabe de Egipto, teniendo su sede, dentro del Centro Cultural que esta embajada tiene en Madrid.

            Volviendo al a�o 1.989, la Dra. M� Jos� L�pez Grande, de la Misi�n Arqueol�gica Espa�ola ([19]), colabora con el Servicio de Antig�edades Egipcio, en el yacimiento de Ezkhbet el-Seikh Soleiman, siendo director de campo el Dr. Mohsem el-Kadi. Posteriormente, tambi�n en ese mismo a�o ([20]) ,trabaja con la Misi�n Arqueol�gica del Museo de Hildesheim en el yacimiento de Qantir, siendo director de dicho yacimiento el Dr.Edgar Push.

            En el Oasis de Siwa, durante las campa�as de 1.990 y 1.991, bajo las ordenes de  Dra. Souvaltzi, directora de la excavaci�n, trabajan los arque�logos :Ponte,G;Rivas,R y Vi�uelas,L.

            A parte de la misi�n ya mencionada, existen otras dos misiones espa�olas que vienen realizando su trabajo con otras instituciones. La primera es la de la Misi�n de la Universidad Central de Barcelona,y  la Fundaci�n Arqueol�gica Clos  que durante las campa�as de 1.992-94, ha trabajado en el yacimiento de El Bahnaseh,la antigua Oxyrrinco, en colaboraci�n de la O.E.A., siendo codirectores de la misma el Dr. Mahmud Hamza, por parte egipcia y el Dr. Padr� Parcerisa, por parte espa�ola. Subdirectores : Gonz�lvez, L,M(1.994);Subias,E.Otros colaboradores de la misi�n, han sido: Costa,M;Estrugas,G; Hern�ndez, M; L�pez, R; Mascort, M; Taul�, M.A. Los restos mas importantes localizados hasta este momento corresponder�an al nivel de ocupaci�n de �poca sa�ta .Tambi�n se est� trabajando en el yacimiento de Dyebel Barkal (Sud�n) y en el monasterio copto de San Antonio (Sina�).

            La segunda es la del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Alcal� de Henares (Madrid) y la Asociaci�n Espa�ola de Egiptolog�a, que desde 1.994, como ya he comentado ,trabajan conjuntamente con la Misi�n Arqueol�gica del Netherlanden Institut for the Archeological Research in Egypt, en el yacimiento de Tell Ibrahim Awad. Esta zona est� aportando una importante documentaci�n del Imperio Medio y sobre todo del llamado Primer Per�odo Intermedio.. Este yacimiento, se encuentra bajo la direcci�n del Dr.Willen vann Harlen, por parte holandesa y por el Dr.Lui A. Garc�a Moreno, por parte espa�ola. Otros miembros espa�oles que colaboran en esta misi�n son: Magro, M.E.(1.995);P�rez-Acino, J.R(1.994-95);P�rez Largacha (1.994-95);Vivas,I(1.995).

            Como hemos visto hasta aqu�, la historia de nuestra egiptolog�a no ha seguido la ortodoxia que marcaban las grandes escuelas europeas, ni ha ido tan r�pida como hubiese sido el deseo de muchos.  Pero creo sinceramente, que el testigo del "sue�o" que nos dejaron M�lida, Toda y tantos otros, ha sido por fin recogido.  Asociaciones, fundaciones y universidades deben seguir potenciando la formaci�n y   la investigaci�n de todos aquellos que as� lo deseen.

            Entre todos, debemos aunar esfuerzos, porque las p�ginas de las historia de nuestra egiptolog�a moderna, ha comenzado a escribirse ya.


BIBLIOGRAFIA.

            Bossuet:  Los antiguos egipcios.Zaragoza ,1.736.

            Cascales y Mu�oz,J: Los Egipcios en la antiguedad.Barcelona,1.910.

            Lara Peinado,F:Un cultivador de la egiptolog�a:Jos� Ram�n M�lida. BAEDE n�3,pag.188. Madrid,1.991.

            Mart�n Valent�n,F: Notas para una historia de la egiptolog�a en Espa�a. BAEDE n�4-pag,173. Madrid 1.992-94

            P�rez-Acino y P�rez Largacha : Tell Ibrahim Awad. Historia 16,n�227. Madrid,1995.

            Perez Die,M.C: Egipto: Misi�n Arqueol�gica Espa�ola.R.A.n�115.Madrid,1990

            P�rez Die  y Vernus: Excavaciones en Ehnasya el Medina. IA/E 1. Madrid,1.992.

            R.A.: Excavaciones arqueol�gicas en Oxirrinco (Egipto), n�146.Madrid 1.993.

            Ubach,B: El Sina�. Vilanova y la Geltr�, 1.913.



     [1] Mart�n Valent�n, F."Notas para una historia de la egiptolog�a en Espa�a".BAEDE n�4-5,Madrid,1.992-94.

     [2] El relato del magn�fico viaje  de D. Eduardo Toda, nos lo cuenta el mismo en su libro "Son Noten en Tebas",Madrid,1.887 (Reimpreso, Sabadell 1.991).

     [3] Eduardo Toda, tradujo Son Noten, de acuerdo con los conocimientos ling��sticos del momento.

     [4] Inaugurado el 16 de Mayo de 1.886.

     [5] Procedentes de la Colecci�n de Vladimir S.Golenischeff.

     [6] Herv�s y Panduro,"Hist�ria del arte de escribir",Ms.en folio S.XVIII.2 vols (Biblioteca Nacional).

     [7] Texto de la conferencia le�da en el Ateneo de Madrid, en 1.864.

     [8] Discurso en la Universidad Central, curso acad�mico 1.884-85,Madrid,1.884.

     [9] Obra estructurada en cinco partes: 1)Generalidades referentes al Arte egipcio. 2)Arquitectura. 3)Escultura. 4)Pintura.  5)Industrias art�sticas.

     [10]      La carrera de D. Jos� Ram�n M�lida, se encuentra muy bien recogida en "Los cultivadores de la egiptolog�a: Jos� Ram�n M�lida", de D. Federico Lara Peinado, BAEDE n� 3,Madrid,1.991.

     [11]      BAEDE n� 4-5,pag 181.Madrid,1992-94

     [12]      Publicado en las Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Vol, VII, n� 0.

     [13]      La obra analiza la escultura de Nectanebo I (aunque en la obra se atribuye a Nectanebo II) y que actualmente se encuentra en los fondos del Museo Arqueol�gico Nacional de Madrid.

     [14]      Estudi� con el Padre Emile Suys, prestigioso egipt�logo, perteneciente a la Fondati�n Egyptologique Reine Elisabeth.

     [15]      El Padre D. Benito Celada, muri� en Madrid en 1.988.La Asociaci�n Espa�ola de Egiptolog�a, le dedic� un recuerdo a su memoria y trabajo en BAEDE n� 3.Madrid,1.991.

     [16]      Art�culo n� 1 del decreto de la Presidencia de la Rep�blica n� 589/68 del 30 de Abril. Archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Direcci�n General del Servicio Exterior.

     [17]      Era el dios local de esta ciudad.

     [18]      Ver Mart�n Valent�n, F. BAEDE n� 4-5 nota 72,P�g.,194.Madrid 1.992-94.

     [19]      Durante el mes de Febrero de 1.989.

     [20]      Durante los meses de Agosto y Septiembre de 1.989.