Nubia es
la región de África atravesada por el Nilo medio, y se extiende
desde la primera catarata, situada en Asuán (Egipto), hasta
Jartum, actual capital de Sudán. Su nombre proviene de los "nubae"
o "nubaei", quienes en tiempos de Estrabón controlaban
la zona de Bayuda. Rica en recursos naturales, esta región fue en
la antigüedad lazo de unión entre África y el Mediterráneo, es
decir, una especie de corredor desde el que se controlaba el
comercio de esmeraldas, animales exóticos, marfil, ébano,
incienso y esclavos. El control de Nubia fue, desde tiempos
remotos, crucial para los gobernantes de la zona, quienes
levantaron fortalezas situadas en zonas estratégicas para
defenderse de los ataques.
Precisamente, los reinos más antiguos de África florecieron a
orillas del río Nilo. El contacto entre los nubios y sus vecinos,
tanto egipcios como africanos, dio pie a múltiples fenómenos de
interacción e integración entre las distintas sociedades.
Especialmente estrecha fue la relación entre los egipcios y los
kushitas. Las luchas por el control del comercio, de los productos
y bienes de prestigio, de los hombres y de los territorios fueron
constantes entre nubios y egipcios.
La exposición Reinos
de Nubia. Sudán en la antigüedad abarca desde la prehistoria
hasta la época medieval, incluyendo la influencia del
cristianismo y el islamismo. Reúne piezas originales procedentes
de diferentes museos internacionales, como el British Museum, el
Metropolitan Museum, el Brooklyn Museum, el Museum of Fine Arts
(Boston) y el National Museum of Khartoum, entre otros, así como
maquetas, fotografías y proyecciones. La muestra explica una
serie de aspectos de las diferentes culturas de Nubia y se centra
en el Estado y en la sociedad, incidiendo en la organización
social y las manifestaciones que nos ha legado. Asimismo, da
cuenta de las relaciones comerciales y políticas entre los nubios
y el Egipto faraónico. Los soberanos egipcios conquistaron el
actual territorio sudanés, hasta llegar a la cuarta catarata,
durante el Imperio Nuevo; siglos más tarde, los soberanos negros
de Napata se apoderaron del trono de Egipto, lo que marcó el
origen de la XXV dinastía.
En Nubia se adoró desde tiempos muy remotos al dios Amón,
divinidad principal de la Tebas egipcia, y se le dedicó un gran
templo en la lejana Dyebel Barkal. También se tiene constancia de
otros dioses locales de raíces africanas. El mundo funerario es
esencial para comprender las culturas nubias, no en vano la mayor
información con la que contamos hoy nos la han proporcionado las
necrópolis. La elección de la pirámide
como superestructura de la tumba de los reyes de Napata y Meroe es
significativa.
La exposición está
dividida en seis apartados temáticos. El primero, a modo de
introducción, descubre el país y sus habitantes (los nubios) a
partir de su geografía, la cronología, los objetos de
intercambio comercial (pieles, marfil, ébano y oro, entre otros)
y las piezas con representaciones de nubios (reyes, esclavos,
etc.). Asimismo, se dedica un espacio a las excavaciones de los
españoles en la Nubia egipcia y la sudanesa. A continuación, el
segundo apartado ofrece una visión del Estado y la sociedad
nubia.
El tercer apartado se centra en las relaciones con Egipto y África.
Durante el Imperio Nuevo la región se vio sometida al control
egipcio, se erigieron templos para proclamar la nueva soberanía y
se nombró a un gobernador (el virrey de Kush, nombre que los
egipcios dieron al país de los nubios). El reino de Kush comienza
a formarse en el siglo IX a.C. en torno a Napata. En la segunda
mitad del siglo VIII a.C., los reyes de Kush irrumpen en Egipto y
conquistan todo el Valle del Nilo hasta el Mediterráneo. Los tres
últimos apartados de la exposición están dedicados al arte y la
tecnología, a la religión y al mundo funerario.
Posteriormente, la exposición podrá verse en la Sala de
Exposiciones de la Fundación "la Caixa" de Madrid,
entre finales de septiembre de 2003 y principios de enero de 2004.
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