HERY-HOR, EL SACERDOTE CONVERTIDO EN REY.

Por D. Francisco Mart�n Valent�n.

Director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

[email protected]

 

Hubo un momento en la historia de Egipto en el que la vieja lucha por el poder entre el fara�n y el clero de Am�n tuvo su desenlace. Los reyes del Imperio Nuevo, que hab�an tenido su origen en la gran lucha nacional contra los Hicsos, recibieron sus victorias de las manos del dios Am�n. En alg�n momento, la casa real intent� sustraerse a las crecientes maniobras del clero para hacerse con el poder. La crisis del final de la dinast�a XVIII, no fue, en esencia, sino el resultado de un grave enfrentamiento entre ambos poderes.

Resuelto el primer asalto en contra del proceso am�rnico, el clero de Am�n fue infiltr�ndose en las estructuras del poder, amenazando con sofocar el estado fara�nico.

 

El final del poder real del Imperio Nuevo.

Cuando, al final de la dinast�a XX (hacia el 1100 a.de C), subi� al poder el rey Men-maat-Ra Setep-en-Ptah Rams�s XI, la casa real estaba exhausta. Apenas quedaban 20 a�os de independencia del poder real.

A mediados del reinado de este fara�n estall� una gran crisis interna en Egipto. El sumo sacerdote de Amon, Amen-Hotep cometi� un gran crimen. No sabemos cual fue este, pero posiblemente se habr�a aprovechado de la debilidad del rey para tratar de hacerse con el poder.

Se depuso al traidor y durante cerca de un a�o el puesto de Sumo Sacerdote de Am�n estuvo vacante.

Las revueltas estallaron entonces por todo Egipto. Los mercenarios libios del ej�rcito del rey se revelaron contra su se�or y al mismo tiempo se unieron a ellos bandas tambi�n de origen libio procedentes del desierto occidental que asolaron Egipto en toda su extensi�n.

Las revueltas se confunden en los relatos m�ticos con una guerra llamada "de los Impuros" en la que, cananeos, amoritas, fenicios e israelitas, junto con egipcios adoradores de Seth, se habr�an enfrentado capitaneados por un sacerdote de Heli�polis llamado Usir-ef, para apoyar al rey en contra de los sacerdotes del dios Am�n.

Un general del origen Nubio llamado Pa-nehesi, aplast� esta revuelta por cuenta del clero de Am�n.

 

Hery-Hor surge en las brumas de la historia.

En medio de todas estas turbulencias apareci� en el horizonte hist�rico de Egipto un personaje misterioso de oscuros or�genes.

Un militar, general de tropas libias que hab�a sido alzado al cargo de visir y nombrado virrey de Nubia por Rams�s XI. Su nombre era Hery-Hor.

Hery-Hor es un personaje que posee todos los ribetes del poder en sus aspectos m�s oscuros.

�De donde sali�? �C�mo se alz� pr�cticamente desde la nada con el m�ximo poder f�ctico en Egipto?.

Seg�n todos los indicios Hery-Hor proced�a de la ciudad de Bubastis, en el Delta oriental, el lugar donde los mercenarios libios se hab�an asentado desde los tiempos de Rams�s II. En estos lugares, entre las ciudades de Tanis y Menfis, la familia de Hery-Hor encontrar�a el modo de entrar al servicio de los �ltimos ram�sidas.

El supo esperar su momento. Como militar de carrera fue enviado al lejano sur para servir all� a su se�or Rams�s XI.

Hery-Hor fue el primer Sumo Sacerdote de Am�n despu�s de que su antecesor, Amen-Hotep, el traidor, fuese destituido. Sin embargo no se le conoce carrera sacerdotal dentro del clero de Am�n que le permitiera ascender a tan alto puesto.

Dos a�os despu�s de haber ascendido al cargo de Sumo Sacerdote de Am�n, en el a�o 19 de Rams�s XI, el rey le nombr� virrey de Nubia y visir. Es en este periodo cuando Hery-Hor comenz� hacerse representar en igual tama�o que Rams�s XI. A partir de este momento se instaur� el reino absoluto de Am�n sobre el sur de Egipto. Los a�os de reinado ya no se contaron m�s como los del rey, sino que se instaur� la "era del Renacimiento".  

Coronaci�n de Hery-Hor.

Jean-Fran�ois Champollion. Monuments de l'Egypte et de la Nubie. (Geneva: Edition de Belles-Lettres, 1970-1971), 4:pl. CCCVIII.4.

Una nueva �poca hab�a nacido para Egipto. El Sumo Sacerdote Hery-Hor, comenz� a incluir su nombre en el interior de cartuchos reales y adopt� el nombre de hijo de Ra como "el hijo de Am�n Hery-Hor", mientras su t�tulo de rey solo dec�a "el sumo Sacerdote de Am�n".

 

Rams�s XI es eliminado.

Mientras tanto �qu� hab�a sido del d�bil Rams�s XI? Probablemente recluido en su residencia real fue apartado del poder y de la vida p�blica; secuestrado  en vida por los poderosos sacerdotes de Am�n, fue relegado a la nada.

El templo del dios Jonsu  en Karnak, recoge en sus paredes el ascenso del oscuro personaje que fue Hery-Hor. Fue construido conjuntamente por el rey y el Sumo Sacerdote de Am�n.

Es curioso comprobar el avance sinuoso e implacable del ambicioso Hery-Hor. Basta con observar la evoluci�n decorativa del templo.

Las partes m�s antiguas del monumento muestran al soberano y al sumo sacerdote altern�ndose en las escenas de ofrendas al dios; sin embargo, en las �ltimas etapas de la edificaci�n, se muestra a Hery-Hor como el principal constructor, en tanto que el nombre del rey se menciona solo al final del texto, para ser suprimido en las �ltimas inscripciones dedicatorias del santuario.

Es muy probable que el rey abandonase Tebas para refugiarse en el Delta oriental, el lugar donde se hallaba la ciudad de Pi-rams�s, ya en decadencia.

All� su antecesor Rams�s II, hab�a tenido una de sus principales residencias, y all�, el culto del dios Seth, bajo cuya protecci�n se hab�an puesto las dinast�as XIX y XX, era preeminente. Es muy posible que la 'Guerra de los Impuros', que comenz� en el Delta y termin� con la derrota de los sethianos, arrastrase al mismo Rams�s XI.

La tumba que se hab�a hecho construir en el valle de los reyes, nunca fue ocupada por �l. 

De este modo, Rams�s XI se diluy� en las penumbras de la historia.

 

El 'poderoso' rey-pont�fice de Am�n gobierna el sur y controla el norte.

Lo que s� sabemos es que este usurpador real era ya de avanzada edad cuando accedi� al trono del sumo pontificado de Am�n.

A pesar  de haber reunido en sus manos todo el poder, s�lo lo ejerci� en el sur de Egipto.

En el norte, un personaje, tambi�n libio, llamado Smendes, que hab�a sido nombrado visir del norte y que, probablemente era hermano o hijo de Hery-Hor y de Nedyemet, su esposa, tom� el t�tulo de fara�n y ejerci� la soberan�a real de manera efectiva, considerando a su hermano o padre, Hery-Hor como un vasallo poderoso e independiente.

De este modo una importante familia de militares libios hab�a copado las estructuras del poder en Egipto.

Smendes, desde Tanis, controlaba el Delta y el Egipto Medio. Hery-Hor, desde Tebas, en la ciudad de Am�n, controlaba todo el Alto Egipto y parte de la Nubia.

Pero, en el caso de �ste �ltimo, adem�s segu�a ejerciendo el tremendo influjo del 'Todopoderoso'  dios Am�n que, que pretend�a seguir tutelando la realeza egipcia desde su ciudad de Karnak.

 

La tumba perdida de Hery-Hor .

Nuestro poderos�simo personaje muri� hacia el 1.070 a. de C., diez a�os despu�s de haberse alzado como soberano-pont�fice del Sur, en Karnak.

Cabe imaginarse sus funerales. A�n en la decadencia que Egipto viv�a aquellos d�as, los tesoros de Am�n eran infinitos. El oro acumulado despu�s de cientos de a�os en las c�maras ocultas de Karnak estaba al servicio de su omnipotente amo.  

�C�mo se preparar�a la momificaci�n de este Sumo Pont�fice de Am�n?. �Cu�l no ser�a el esplendor de su ajuar funerario?. Basta recordar los tesoros de  los reyes libios de Tanis, descubiertos por Pierre Montet para hacernos una ligera idea.

Y hoy, seguimos pregunt�ndonos �D�nde est� la tumba de Hery-Hor?.

Este magn�fico personaje que dio un giro a la historia de Egipto. El liquidador del Imperio Nuevo, debi� ser enterrado con su familia y su magn�fico ajuar funerario al estilo libio en alguna cachette de enormes dimensiones, escondida en las entra�as de la monta�a tebana.

���.Todav�a hoy escondida en las entra�as de la monta�a tebana��

La momia de la reina Nedyemet, su esposa, estaba depositada en el enterramiento colectivo de la gran cachette de Deir El Bahari, donde fue descubierta por Maspero en 1881, pero �y la de Hery-Hor?.

�Fue destruida a poco de ser enterrada? o, como puede ser m�s veros�mil, se encuentra oculta todav�a en su residencia de eternidad.

Este es uno m�s de los misterios de la necr�polis tebana pendientes de soluci�n.